2 Samuel 7:3 - Nueva Biblia Española (1975) Natán le respondió: Anda, haz lo que tienes pensado, que el Señor está contigo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo. Biblia Nueva Traducción Viviente Natán le respondió al rey: —Adelante, haz todo lo que tienes pensado porque el Señor está contigo. Biblia Católica (Latinoamericana) Natán respondió al rey: 'Haz todo lo que estimes conveniente, porque Yavé está contigo'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Natán respondió al rey: ¡Ve, haz todo lo que está en tu corazón, porque YHVH está contigo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió Natán al rey: 'Anda y pon por obra todo cuanto tienes en tu corazón, porque Yahveh está contigo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová es contigo. |
En cambio, el sacerdote Sadoc, Benayas, hijo de Yehoyadá, el profeta Natán, Semeí y sus compañeros y los campeones de David no se unieron a Adonías.
Pero al llegar junto al profeta, en lo alto del monte, se abrazó a sus pies. Guejazí se acercó para apartarla, pero el profeta le dijo: Déjala, que está apenada, y el Señor me lo tenía oculto sin revelármelo.
diciéndole: Hijo mío, yo tenía pensado edificar un templo en honor del Señor, mi Dios.
El rey David se puso en pie y dijo: Hermanos míos, pueblo mío: escúchenme. Yo tenía pensado construir un templo para descanso del arca de la alianza del Señor y como estrado de los pies de nuestro Dios. Realicé los preparativos para la construcción,
Las hazañas de David, de la primera a la última, están escritas en los libros de Samuel, el vidente, en la historia del profeta Natán y en la historia del vidente Gad,
El rey había instalado a los levitas en el templo, con platillos, arpas y cítaras, como lo habían dispuesto David, Gad, el vidente del rey, y el profeta Natán. La orden era de Dios, por medio de sus profetas.
Además, la unción con que él los ungió sigue con ustedes y no necesitan otros maestros. No, como esa unción suya, que es realidad, no ilusión, les va enseñando en cada circunstancia aquello mismo que les había enseñado, siguen con él.
Cuando te sucedan estas señales, anda, haz lo que se te ofrezca, que Dios está contigo.
Pero el Señor le dijo: No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia. El Señor ve el corazón.