Cuando yo me separe de ti, el espíritu del Señor te llevará no sé dónde: yo informo a Ajab, pero luego no te encuentra, y me mata. Y tu servidor respeta al Señor desde joven.
2 Corintios 12:2 - Nueva Biblia Española (1975) Yo sé de un cristiano que hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Biblia Nueva Traducción Viviente Hace catorce años fui llevado hasta el tercer cielo. Si fue en mi cuerpo o fuera de mi cuerpo no lo sé; solo Dios lo sabe. Biblia Católica (Latinoamericana) Sé de un cierto creyente, el cual hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo. Si fue con el cuerpo o fuera del cuerpo, eso no lo sé, lo sabe Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Sé de un hombre en el Mesías que hace catorce años (si en cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sé de un hombre en Cristo que hace catorce años -si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe- fue arrebatado al tercer cielo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. |
Cuando yo me separe de ti, el espíritu del Señor te llevará no sé dónde: yo informo a Ajab, pero luego no te encuentra, y me mata. Y tu servidor respeta al Señor desde joven.
Aunque ¿es posible que Dios habite en la tierra? Si no cabes en el cielo y lo más alto del cielo, ¡cuánto menos en este templo que he construido!
se postraron ante él y le dijeron: Aquí entre tus siervos tienes cincuenta valientes; déjalos ir a buscar a tu maestro. A lo mejor el espíritu del Señor lo ha arrebatado y lo ha arrojado por algún monte o algún valle. Eliseo les dijo: No manden a nadie.
porque así dice el Alto y Excelso, Morador eterno, cuyo nombre es Santo: Yo moro en la altura sagrada, pero estoy con los de ánimo humilde y quebrantado, para reanimar a los humildes, para reanimar el corazón quebrantado.
Entonces el espíritu me arrebató y me llevó en volandas al desierto de Babilonia, en éxtasis; la visión desapareció.
Entonces me arrebató el espíritu y me llevó al atrio interior. La gloria del Señor llenaba el templo.
ellos, al darse cuenta, se escaparon a Licaonia, a las ciudades de Listra y Derbe y alrededores;
Recuerdos a Prisca y Aquila, colaboradores míos en la obra del Mesías Jesús;
Recuerdos a Andrónico y Junías, paisanos míos, y compañeros de prisión, que son apóstoles insignes e incluso fueron cristianos antes que yo.
Recuerdos a Urbano, colaborador mío en la obra del Mesías, y a mi querido Estaquis.
En consecuencia, ahora no pesa condena alguna sobre los del Mesías Jesús,
Pero de él viene que ustedes, por medio del Mesías Jesús, tengan existencia, pues él se hizo para nosotros saber que viene de Dios: honradez y, además, consagración y liberación,
Pónganse a prueba a ver sí se mantienen, en la fe, sométanse a examen. ¿No tienen conciencia de que el Mesías Jesús está entre ustedes?
Por consiguiente, donde hay un cristiano, hay humanidad nueva; lo viejo ha pasado; miren, existe algo nuevo.
Al que no tenía que ver con el pecado, por nosotros lo cargó con el pecado, para que nosotros, por su medio, obtuviéramos la rehabilitación de Dios.
En cambio, las comunidades cristianas de Judea no me conocían personalmente;
pues como cristianos da lo mismo estar circuncidado o no estarlo; lo que vale es una fe que se traduce en amor.
y fue el mismo que bajó quien subió por encima de los cielos para llenar el universo.
luego nosotros, los que quedemos vivos, junto con ellos seremos arrebatados en nubes, para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Teniendo, pues, un sumo sacerdote extraordinario que ha atravesado los cielos, Jesús el Hijo de Dios, mantengamos firmes la fe que profesamos.
y de hecho el Mesías no entró en un santuario hecho por hombres, copia del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro.
Un domingo me arrebató el Espíritu y oí a mis espaldas una voz vibrante como una trompeta, que decía:
Ella dio a luz un hijo varón, destinado a regir a todas las naciones con cetro de hierro; pero arrebataron a su hijo y lo llevaron hasta Dios y su trono.
Al momento me arrebató el Espíritu. Había un trono en el cielo y alguien sentado en el trono.