Zacarías 11:8 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁸ Y destruí a tres pastores en un mes, y mi alma los detestó; y también el alma de ellos me aborreció a mí.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Y destruí a tres pastores en un mes; pues mi alma se impacientó contra ellos, y también el alma de ellos me aborreció a mí.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ En un solo mes me deshice de los tres pastores malvados. Sin embargo, perdí la paciencia con estas ovejas y ellas también me odiaron.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ En un mes despedí a los tres pastores. Pero me aburrieron las ovejas, y ellas también se disgustaron conmigo.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Pero hice cortar a tres pastores en un mes, porque yo me hastié de ellos como ellos se habían hastiado de mí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ En el plazo de un mes despedí a tres pastores; pero perdí la paciencia con las ovejas, y ellas también se cansaron de mí.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁸ Como los pastores no me querían, ni yo los quería a ellos, en un mes despedí a tres.

Zacarías 11:8 Referencias Cruzadas

1 Reyes 11:25

Y fue adversario a Israel todos los días de Salomón; además del mal que hizo Hadad, porque aborreció a Israel, y reinó sobre Siria.

Salmos 106:40

Por tanto, la ira de Jehová se encendió contra su pueblo, tanto, que aborreció a su propia heredad;

Salmos 5:5

Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los obradores de iniquidad.

Salmos 78:9

Los hijos de Efraín, arqueros armados, volvieron las espaldas el día de la batalla.

Isaías 49:7

Así dice Jehová, el Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de los hombres, al abominado de las naciones, al siervo de los gobernantes: Verán reyes y se levantarán, príncipes también adorarán, a causa de Jehová que es fiel, y del Santo de Israel, el cual te escogerá.

Jeremías 12:8

Mi heredad es para mí como león en la selva; rugió contra mí; por tanto, la aborrecí.

Jeremías 14:21

Por amor a tu nombre no nos deseches, ni deshonres el trono de tu gloria: acuérdate, no anules tu pacto con nosotros.

Jeremías 6:30

Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó.

Ezequiel 14:5

para tomar a la casa de Israel en su corazón, que se han apartado de mí todos ellos por sus ídolos.

Ezequiel 16:45

Hija de tu madre eres tú, que desechó a su marido y a sus hijos; y hermana de tus hermanas eres tú, que desecharon a sus maridos y a sus hijos: vuestra madre fue hetea, y vuestro padre amorreo.

Oseas 4:6

Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Porque tú desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

Oseas 5:7

Contra Jehová prevaricaron, porque hijos extraños han engendrado: ahora los devorará un mes con sus heredades.

Oseas 9:15

Toda la maldad de ellos fue en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son desleales.

Levítico 26:11

Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará:

Levítico 26:30

Y destruiré vuestros lugares altos, y talaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará;

Levítico 26:44

Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos: porque yo soy Jehová su Dios:

Lucas 12:50

Pero de un bautismo me es necesario ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!

Lucas 19:14

Pero sus ciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que este reine sobre nosotros.

Juan 15:18

Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me aborreció antes que a vosotros.

Juan 7:7

No puede el mundo aborreceros a vosotros, mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.

Deuteronomio 32:19

Y cuando lo vio Jehová, los aborreció, por la provocación de sus hijos y de sus hijas.

Hebreos 10:38

Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma.