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Mateo 13:47 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

»También se parece el reino de los cielos a una red echada al lago, que atrapa peces de toda clase.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»También el reino del cielo es como una red para pescar, que se echó al agua y atrapó toda clase de peces.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: una red que se ha echado al mar y que recoge peces de todas clases.

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La Biblia Textual 3a Edicion

También el reino de los cielos es semejante a una jábega° que, echada al mar, recoge de toda suerte de peces,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

También se parece el reino de los cielos a una red barredera que se echa al mar para recoger de todo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Asimismo el reino del cielo es semejante a una red, que fue echada en el mar, y atrapó de toda clase;

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Otras versiones



Mateo 13:47
33 Referencias Cruzadas  

»El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder y, lleno de alegría, fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo.


Cuando encontró una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.


Cuando se llena, los pescadores la sacan a la orilla, se sientan y recogen en canastas los peces buenos, y desechan los malos.


«Vengan, síganme —les dijo Jesús— y los haré pescadores de personas».


«Vengan, síganme —les dijo Jesús— y los haré pescadores de personas».


También Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón, estaban sorprendidos. ―No temas; desde ahora serás pescador de personas —le dijo Jesús a Simón.


Toda rama que en mí no da fruto, la corta. Pero toda rama que da fruto la poda, para que dé más fruto todavía.


El que no permanece en mí es desechado y se seca. Luego, esas ramas se recogen, se arrojan al fuego y se queman.


Aun de entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán falsedades para arrastrar a los discípulos que los sigan.


Sin duda, estas divisiones se dan entre ustedes para que así se demuestre quiénes en verdad cuentan con la aprobación de Dios.


Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro. En mis viajes enfrenté peligros de ríos y peligros de bandidos. Enfrenté peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los no judíos, peligros en la ciudad, en el campo y en el mar. También enfrenté peligros de parte de falsos hermanos en la fe.


El problema era que algunos falsos hermanos en la fe se habían metido entre nosotros para ver todo lo que hacíamos. Querían quitarnos la libertad que Cristo Jesús nos dio para obligarnos a seguir de nuevo las reglas judías.


»Escribe al ángel de la iglesia de Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas dice esto: Conozco todo lo que haces. Pareces estar vivo, pero en realidad para Dios estás muerto.