La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Marcos 6:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Y él se quedó asombrado por la falta de fe de ellos. Jesús recorría los alrededores, enseñando de pueblo en pueblo.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Y estaba asombrado de su incredulidad. Después Jesús fue de aldea en aldea enseñando a la gente.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús se admiraba de cómo se negaban a creer.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y estaba asombrado por la incredulidad de ellos; y así, recorría las aldeas de los alrededores enseñando.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y quedó extrañado de aquella incredulidad. Recorría las aldeas circunvecinas enseñando.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.

Ver Capítulo
Otras versiones



Marcos 6:6
12 Referencias Cruzadas  

Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y sanando toda enfermedad y dolor entre la gente.


Al oír esto, Jesús se asombró y dijo a quienes lo seguían: ―Les aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe.


Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas. Anunciaba la buena noticia del reino y sanaba toda enfermedad y todo dolor.


Así que recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y echando fuera demonios.


Jesús salió de aquel lugar y se fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Otra vez se le juntó mucha gente y, como era su costumbre, les enseñaba.


Continuando su viaje a Jerusalén, Jesús enseñaba en los pueblos y aldeas por donde pasaba.


Jesús bajó a Capernaúm, un pueblo de Galilea, y el día sábado enseñaba a la gente.


Y siguió predicando en las sinagogas de Judea.


―¡Allí está lo sorprendente! —respondió el hombre—: que ustedes no sepan de dónde salió, y que a mí me haya abierto los ojos.


Me refiero a Jesús de Nazaret. Dios lo llenó de poder y del Espíritu Santo. Él anduvo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.