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Lucas 3:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

―El que tiene dos camisas debe compartir con el que no tiene ninguna —les contestó Juan—, y el que tiene comida debe hacer lo mismo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Juan contestó: —Si tienes dos camisas, da una a los pobres. Si tienes comida, comparte con los que tienen hambre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El les contestaba: 'El que tenga dos capas, que dé una al que no tiene, y el que tenga de comer, haga lo mismo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Respondiendo, les decía: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene comida, haga lo mismo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él les respondía: 'El que tiene dos túnicas dé una al que no tiene; y el que tiene alimentos, haga otro tanto'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.

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Otras versiones



Lucas 3:11
22 Referencias Cruzadas  

El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el menos importante, lo hicieron por mí”.


Den más bien a los pobres de lo que está dentro, y así todo quedará limpio para ustedes.


Al oír esto, Jesús añadió: ―Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.


Pero Zaqueo se puso de pie y dijo: ―Mira, Señor: Ahora mismo voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes. Y, si en algo he robado a alguien, le devolveré cuatro veces la cantidad que sea.


Judas era el encargado del dinero. Por eso algunos pensaron que Jesús le estaba diciendo que comprara lo necesario para la fiesta o que diera algo a los pobres.


Él y toda su familia amaban y obedecían a Dios. Cornelio ayudaba a los judíos pobres y oraba a Dios constantemente.


y me dijo: “Cornelio, Dios ha oído tu oración y se ha acordado de tu ayuda a los pobres.


―¿Qué quieres, Señor? —le preguntó Cornelio, mirándolo fijamente y con mucho miedo. ―Dios ha escuchado tus oraciones y ha visto cómo ayudas a los pobres —le contestó el ángel—.


El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos, así tendrá suficiente para compartir con los necesitados.


A los ricos de este mundo, mándales que no sean orgullosos ni pongan su confianza en las riquezas, que son inseguras. Diles que más bien confíen en Dios, que nos da de todo en abundancia para que lo disfrutemos.


Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen.


Porque Dios no es injusto como para olvidarse de lo que ustedes han hecho y del amor que le tienen él. Amor que ustedes le han demostrado al haber servido, y seguir sirviendo, a los creyentes.


La religión pura y sin defecto delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus dificultades. Y, además, no dejarse dominar por la maldad del mundo.


Hermanos en la fe, ¿de qué le sirve a uno decir que cree en Dios si sus acciones no lo demuestran? Quienes así piensan, aunque crean, no serán salvos.


Es probable que alguien que es rico no esté dispuesto a ayudar a su hermano necesitado. ¿Cómo se puede decir que esa persona conoce el amor de Dios?


Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano en la fe, es un mentiroso. Pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.