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Lucas 18:22 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

22 Al oír esto, Jesús añadió: ―Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Cuando Jesús oyó su respuesta, le dijo: —Hay una cosa que todavía no has hecho. Vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Al oír esto, Jesús le dijo: 'Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes, reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; después ven y sígueme.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Pero Jesús, luego de oírlo, le dijo: Aún te falta una: Vende cuanto tienes y repártelo a los pobres, y tendrás un tesoro en los° cielos; y ven, sígueme.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Cuando Jesús lo oyó, le dijo: 'Todavía te queda una cosa: vende todo cuanto tienes y distribúyelo entre los pobres, que así tendrás un tesoro en el cielo; ven luego y sígueme'.

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Lucas 18:22
16 Referencias Cruzadas  

Vendan sus bienes y den a los pobres. Consigan bolsas que no se rompan y un tesoro en el cielo que no se agote. Allí no hay ladrón que llegue ni polilla que destruya.


Jesús le respondió: ―Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.


Por eso les digo que usen las riquezas de este mundo para ganar amigos, para que, cuando estas se acaben, haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas.


pero solo una es necesaria. María ha elegido la mejor, y nadie se la quitará.


Pero no olviden, queridos hermanos en la fe, que para el Señor un día es como mil años y mil años, como un día.


Hermanos en la fe, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Pero esto es lo que hago: me olvido de lo que hasta acá he logrado, y me esfuerzo por alcanzar lo que aún me falta.


Dirigiéndose a todos, declaró: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga.


―Todo eso lo he cumplido desde que era joven —dijo el hombre.


Cuando el hombre oyó esto, se entristeció mucho, pues era muy rico.


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