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Hechos 18:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

y vio que fabricaban tiendas de campaña. Así que, se quedó a trabajar con ellos, pues él conocía el oficio.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pablo se quedó a vivir y a trabajar con ellos, porque eran fabricantes de carpas al igual que él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

pues eran del mismo oficio y se dedicaban a fabricar tiendas. Y se quedó a vivir y a trabajar con ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y por ser del mismo oficio, se quedó y trabajaba° con ellos, porque eran tenderos° de profesión.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y, como eran de la misma profesión, vivía con ellos y juntos trabajaban. Eran fabricantes de tiendas de campaña.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y como él era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaba; pues el oficio de ellos era hacer tiendas.

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Otras versiones



Hechos 18:3
13 Referencias Cruzadas  

Con estas manos nos matamos trabajando. Si nos maldicen, bendecimos; si nos persiguen, lo soportamos.


Así también el Señor ha ordenado que quienes predican el mensaje de la buena noticia reciban de este ministerio lo necesario para vivir.


Pero no me he aprovechado de ninguno de estos derechos. No escribo de esta manera porque quiera reclamarlos. Prefiero morir a que alguien me quite este motivo de orgullo.


¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Pues que al predicar este mensaje pueda presentarlo gratuitamente, sin hacer valer mi derecho.


¿Será que cometí un pecado al humillarme yo para que ustedes fueran más importantes? ¿Cometí un error al predicarles el mensaje de la buena noticia de Dios gratuitamente?


Cuando estuve entre ustedes y necesité algo, ninguno de ustedes tuvo que darme nada. Fueron los hermanos en la fe que llegaron de Macedonia los que dieron dinero para mis necesidades. He evitado serles una carga en cualquier sentido, y seguiré evitándolo.


Solo hay una diferencia en mi trato con todas las iglesias, que a ustedes nunca les pedí dinero para mis necesidades. ¡Perdónenme si los ofendo!


Recordarán, hermanos en la fe, nuestros esfuerzos y luchas para anunciarles la buena noticia de Dios. Trabajamos día y noche para que no tuvieran que apoyarnos con dinero.


Traten de vivir en paz, ocupados en sus propias responsabilidades, y trabajen con sus propias manos. Así les he mandado,