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Hechos 18:4 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

4 Todos los sábados discutía en la sinagoga, tratando de convencer a judíos y a griegos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo, y persuadía a judíos y a griegos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Cada día de descanso, Pablo se encontraba en la sinagoga tratando de persuadir tanto a judíos como a griegos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Todos los sábados Pablo entablaba discusiones en la sinagoga, tratando de convencer tanto a los judíos como a los griegos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y todos los sábados discutía en la sinagoga, y persuadía a judíos y a griegos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Todos los sábados disertaba en la sinagoga, tratando de persuadir tanto a judíos como a griegos.

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Hechos 18:4
18 Referencias Cruzadas  

Abraham le dijo: “Si no les hacen caso a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos”».


Fue a Nazaret, donde se había criado, y un sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre. Se levantó para hacer la lectura,


«¿Y este a dónde piensa irse que no podamos encontrarlo? —comentaban entre sí los judíos—. ¿Será que piensa ir a nuestra gente dispersa entre las naciones, para enseñar a los griegos?


Ellos, por su parte, siguieron su viaje desde Perge hasta Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron.


Al llegar a Iconio, Pablo y Bernabé entraron juntos en la sinagoga judía. Allí hablaron de tal manera que una gran cantidad de judíos y de griegos creyó.


Estos judíos eran más estudiosos que los de Tesalónica. Así que recibieron el mensaje con mucho interés. Todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba.


Así que hablaba en la sinagoga con los judíos y con los griegos que adoraban a Dios. También iba todos los días a la plaza y hablaba con los que estaban por allí.


―Este hombre —dijeron ellos— anda convenciendo a la gente de adorar a Dios de una manera que va en contra de nuestra ley.


Al llegar a Éfeso, Pablo se separó de sus compañeros y entró en la sinagoga. Allí les habló a los judíos acerca de Jesús.


Les consta además que el tal Pablo ha logrado convencer a mucha gente no solo en Éfeso, sino en casi toda la provincia de Asia. Él dice que no son dioses los que se hacen con las manos.


Pablo entró en la sinagoga y habló allí con toda valentía durante tres meses. Discutía acerca del reino de Dios, tratando de convencerlos.


―¿En tan poco tiempo piensas convencerme de ser cristiano? —le dijo Agripa. Pablo le respondió:


Señalaron un día para reunirse con Pablo, y fueron muchísimos más a la casa donde él estaba prisionero. Desde la mañana hasta la tarde estuvo explicándoles y hablándoles acerca del reino de Dios y tratando de convencerlos de creer en Jesús. En su explicación, Pablo usaba la Ley de Moisés y los libros de los Profetas.


En seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.


Por tanto, ya que sabemos lo que es respetar al Señor, tratamos de convencer a todos, para que crean en él. Dios sabe muy bien cómo somos, y espero que también ustedes en su conciencia lo sepan.


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