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1 Corintios 4:12 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

12 Con estas manos nos matamos trabajando. Si nos maldicen, bendecimos; si nos persiguen, lo soportamos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Nos cansamos trabajando con nuestras manos para ganarnos la vida. Bendecimos a los que nos maldicen. Somos pacientes con los que nos maltratan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Nos cansamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos; nos persiguen y lo soportamos todo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos;° siendo maldecidos, bendecimos; siendo perseguidos, soportamos;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos. Si nos insultan, bendecimos; si nos persiguen lo soportamos;

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1 Corintios 4:12
23 Referencias Cruzadas  

»Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y diga contra ustedes toda clase de mentiras.


Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen,


―Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.


Bendigan a quienes los maldicen, y oren por quienes los maltratan.


Recuerden lo que les dije: “Ningún siervo es más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán. Si han obedecido mis enseñanzas, también obedecerán las de ustedes.


y vio que fabricaban tiendas de campaña. Así que, se quedó a trabajar con ellos, pues él conocía el oficio.


Ustedes mismos saben bien que estas manos se han ocupado de mis propias necesidades y de las de mis compañeros.


Luego cayó de rodillas y gritó: ―¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Cuando hubo dicho esto, murió.


Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.


Y también dijo: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta».


¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿El sufrimiento o la angustia, la persecución, el hambre, la pobreza, el peligro o la violencia?


¿O es que solo Bernabé y yo estamos obligados a ganarnos la vida con otros trabajos?


De hecho, recibí dinero de otras iglesias para ayudarles y servirles a ustedes gratis.


El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos, así tendrá suficiente para compartir con los necesitados.


Recordarán, hermanos en la fe, nuestros esfuerzos y luchas para anunciarles la buena noticia de Dios. Trabajamos día y noche para que no tuvieran que apoyarnos con dinero.


ni comimos el pan de nadie sin pagarlo. Al contrario, día y noche trabajamos arduamente y sin descanso para que ninguno de ustedes tuviera que pagar algo por nosotros.


En efecto, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra confianza en que el Dios viviente cumplirá sus promesas. Él es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.


Cuando lo insultaban, no respondía con insultos. Cuando lo hacían sufrir, no amenazaba, sino que dejaba todo en manos de Dios, que juzga con justicia.


¡Dichosos si sufren por hacer lo que es justo! «No tengan miedo de lo que ellos temen, ni se dejen asustar».


Si alguien los trata mal, no busquen venganza y, si los insultan, no respondan con otro insulto. Al contrario, bendigan a esa persona, pues ustedes fueron llamados para recibir la bendición de Dios.


Así que, los que sufren porque Dios así lo quiere, sigan confiando en él y no dejen de hacer el bien. Porque Dios es su creador y cumple lo que promete.


Ni siquiera el arcángel Miguel se atrevió a pronunciar contra el diablo una maldición. Pues, cuando Miguel peleaba con el diablo por el cuerpo de Moisés, solo se atrevió a decirle: «¡Que el Señor te reprenda!».


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