Pero, si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar.
1 Corintios 9:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pero no me he aprovechado de ninguno de estos derechos. No escribo de esta manera porque quiera reclamarlos. Prefiero morir a que alguien me quite este motivo de orgullo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, yo jamás me he valido de ninguno de esos derechos. Y no escribo esto para sugerir que es mi deseo comenzar a hacerlo ahora. De hecho, preferiría morir antes que perder mi derecho a jactarme de predicar sin cobrar. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero yo no he hecho uso de tales derechos ni tampoco les escribo ahora para reclamarles nada. ¡Antes morir! Eso es para mí una gloria que nadie me podrá quitar. La Biblia Textual 3a Edicion Pero yo no me he aprovechado de ninguna de estas cosas, ni lo escribo para que se haga así conmigo, porque prefiero morir antes que nadie desvanezca esta mi gloria. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero yo no he usado ninguno de estos derechos. Y no lo escribo para reclamar estas cosas. Antes prefiero morir que... ¡Nadie me privará de esta gloria! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero yo de nada de esto me he aprovechado; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie haga vana esta mi gloria. |
Pero, si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar.
y vio que fabricaban tiendas de campaña. Así que, se quedó a trabajar con ellos, pues él conocía el oficio.
Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo. Lo que me importa es terminar la tarea que me dio el Señor Jesús. Quiero cumplir mi misión: anunciar el mensaje de la buena noticia del inmerecido amor de Dios.
Ustedes mismos saben bien que estas manos se han ocupado de mis propias necesidades y de las de mis compañeros.
Saulo, por su parte, causaba problemas a la iglesia. Iba de casa en casa, arrastraba fuera a hombres y mujeres, y los metía en la cárcel.
Con estas manos nos matamos trabajando. Si nos maldicen, bendecimos; si nos persiguen, lo soportamos.
Si otros tienen derecho a recibir lo necesario para vivir, ¿no lo tendremos aún más nosotros? Sin embargo, no exigimos este derecho, sino que lo soportamos todo con tal de no poner obstáculos al mensaje de la buena noticia de Cristo.
¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Pues que al predicar este mensaje pueda presentarlo gratuitamente, sin hacer valer mi derecho.
Recordarán, hermanos en la fe, nuestros esfuerzos y luchas para anunciarles la buena noticia de Dios. Trabajamos día y noche para que no tuvieran que apoyarnos con dinero.
ni comimos el pan de nadie sin pagarlo. Al contrario, día y noche trabajamos arduamente y sin descanso para que ninguno de ustedes tuviera que pagar algo por nosotros.