Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





2 Tesalonicenses 3:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

8 ni comimos el pan de nadie sin pagarlo. Al contrario, día y noche trabajamos arduamente y sin descanso para que ninguno de ustedes tuviera que pagar algo por nosotros.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 En ningún momento aceptamos comida de nadie sin pagarla. Trabajamos mucho de día y de noche a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 No pedimos a nadie un pan que no hubiéramos ganado, sino que trabajamos duramente noche y día hasta cansarnos para no ser una carga para ninguno.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 ni comimos de balde el pan de nadie; sino que trabajamos con afán y fatiga de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 ni comimos gratis el pan en casa de nadie, sino que con nuestros esfuerzos y sudores trabajamos día y noche, para no ser gravoso a ninguno de vosotros.

Ver Capítulo Copiar




2 Tesalonicenses 3:8
14 Referencias Cruzadas  

Danos hoy nuestro pan diario.


y vio que fabricaban tiendas de campaña. Así que, se quedó a trabajar con ellos, pues él conocía el oficio.


Ustedes mismos saben bien que estas manos se han ocupado de mis propias necesidades y de las de mis compañeros.


Con estas manos nos matamos trabajando. Si nos maldicen, bendecimos; si nos persiguen, lo soportamos.


¿Acaso no tenemos derecho a comer y a beber?


He pasado muchos trabajos y dificultades, y muchas veces me he quedado sin dormir. He sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas. He sufrido frío y desnudez.


Cuando estuve entre ustedes y necesité algo, ninguno de ustedes tuvo que darme nada. Fueron los hermanos en la fe que llegaron de Macedonia los que dieron dinero para mis necesidades. He evitado serles una carga en cualquier sentido, y seguiré evitándolo.


El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos, así tendrá suficiente para compartir con los necesitados.


Recordarán, hermanos en la fe, nuestros esfuerzos y luchas para anunciarles la buena noticia de Dios. Trabajamos día y noche para que no tuvieran que apoyarnos con dinero.


Traten de vivir en paz, ocupados en sus propias responsabilidades, y trabajen con sus propias manos. Así les he mandado,


A tales personas les ordenamos y aconsejamos, de parte del Señor Jesucristo, que de manera tranquila se pongan a trabajar para ganarse la vida.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos