Porque vino Juan que ni comía ni bebía, y ustedes decían: “Tiene un demonio”.
Mateo 3:4 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia La ropa de Juan el Bautista estaba hecha de pelos de camello y un cinturón de cuero, en torno a su cadera, y su comida eran langostas y miel silvestre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. Biblia Nueva Traducción Viviente Juan usaba ropa tejida con pelo rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langostas y miel silvestre. Biblia Católica (Latinoamericana) Además de la piel que llevaba colgada de la cintura, Juan no tenía más que un manto hecho de pelo de camello. Su comida eran langostas y miel silvestre. La Biblia Textual 3a Edicion Y este Juan tenía su vestido de pelos de camello y un cinto de cuero alrededor de su cintura,° y su comida era langostas y miel silvestre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llevaba Juan un vestido de pelo de camello con un ceñidor de cuero a la cintura y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Juan mismo tenía su vestidura de pelo de camello, y un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. |
Porque vino Juan que ni comía ni bebía, y ustedes decían: “Tiene un demonio”.
¿Qué es lo que esperaban ver? ¿Acaso esperaban ver a un hombre vestido con ropa fina y elegante? Los que llevan ropas finas viven en los palacios de los reyes.
Juan se vestía con ropa hecha de pelo de camello y llevaba un cinturón de cuero en su cintura; se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Juan irá delante, preparando el camino del Señor con el mismo poder espiritual que Elías, con el propósito de reconciliar a los padres con los hijos y a los desobedientes con la sabiduría de los justos, con el fin de preparar para el Señor un pueblo completamente dispuesto.
Y daré a mis dos testigos para que, vestidos de luto, profeticen durante mil doscientos sesenta días”.