Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: – ¿Quién es este?
Mateo 21:9 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia La gente que iba adelante, y los otros que seguían detrás de Jesús, gritaban: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús estaba en el centro de la procesión, y toda la gente que lo rodeaba gritaba: «¡Alaben a Dios por el Hijo de David! ¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor! ¡Alaben a Dios en el cielo más alto!». Biblia Católica (Latinoamericana) Y el gentío que iba delante de Jesús, así como los que le seguían, empezaron a gritar: '¡Hosanna al hijo de David! ¡Bendito sea el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en lo más alto de los cielos!' La Biblia Textual 3a Edicion Y las multitudes que iban delante y detrás de Él, gritaban: ¡Hosanna° al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 La gente que iba delante y detrás, gritaba diciendo: '¡ Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡ Hosanna en las alturas!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y las multitudes que iban delante y los que iban detrás aclamaban, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! |
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: – ¿Quién es este?
Los sacerdotes jefes y los maestros de la ley vieron todas las maravillas que Jesús había hecho y observaban a los niños que gritaban en el templo, diciendo: – ¡Hosanna al Hijo de David! Por eso, los líderes religiosos se enfurecieron;
Por eso les digo que desde ahora, de ninguna manera me verán hasta que ustedes digan: “Bendito el que viene en nombre del Señor”.
Cuando Jesús estaba caminando, le siguieron dos ciegos que gritaban, diciendo: – ¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David!
Por eso les digo, su templo quedará abandonado; y les digo también que no me verán más hasta que digan: – Bendito el que viene en nombre del Señor.
– “¡Gloria a Dios en las Alturas! ¡Paz en la tierra para las personas que practican la buena voluntad de Dios!”.