Pero Jesús no le respondió. En ese momento, los discípulos se le acercaron y le rogaban: – Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros y no la soportamos.
Mateo 20:31 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Pero la multitud reprendió a los dos ciegos para que se callaran. No obstante, ellos gritaban más fuerte: – ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Biblia Nueva Traducción Viviente «¡Cállense!», les gritó la multitud. Sin embargo, los dos ciegos gritaban aún más fuerte: «¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!». Biblia Católica (Latinoamericana) La gente les decía que se callaran, pero ellos gritaban aún más fuerte: '¡Señor, hijo de David, ten compasión de nosotros!' La Biblia Textual 3a Edicion Y la muchedumbre los reprendió para que callaran, pero ellos gritaban más, diciendo: ¡Señor, ten misericordia de nosotros,° Hijo de David! Biblia Serafín de Ausejo 1975 El pueblo los reprendió para que callaran; pero ellos gritaban más fuerte: '¡Señor! ¡Hijo de David! ¡Ten compasión de nosotros!' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la multitud les reprendía para que callasen; pero ellos más clamaban, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! |
Pero Jesús no le respondió. En ese momento, los discípulos se le acercaron y le rogaban: – Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros y no la soportamos.
Unos niños fueron traídos para que Jesús pusiera sus manos sobre ellos y orara; entonces los discípulos se molestaron.
Dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que Jesús estaba pasando, gritaron: – ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!
Cuando Jesús estaba caminando, le siguieron dos ciegos que gritaban, diciendo: – ¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David!
La gente que iba adelante lo regañaba y le decían que se callara, pero él gritaba con más fuerza: – ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!
Perseveren siempre en la oración, practicando y manteniéndose firmes en ella con acción de gracias.