Condujeron a Jesús desde la casa de Caifás hasta el palacio del gobernador; era de madrugada. Los judíos no entraron en la casa del gobernador romano porque no querían contaminarse y así poder comer la Pascua.
Juan 18:35 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Replicó Pilatos: – ¿Acaso soy yo judío? Tu nación y los principales sacerdotes te entregaron; ¿qué hiciste? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Acaso yo soy judío? —replicó Pilato—. Tu propio pueblo y sus principales sacerdotes te trajeron a mí para que yo te juzgue. ¿Por qué? ¿Qué has hecho? Biblia Católica (Latinoamericana) Pilato respondió: '¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los jefes de los sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?' La Biblia Textual 3a Edicion Respondió Pilato: ¿Acaso yo soy judío? Tu nación y los principales sacerdotes te entregaron a mí. ¿Qué hiciste? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pilato replicó: '¿Acaso soy yo judío? Tu gente, los pontífices, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pilato respondió: ¿Soy yo judío? Tu nación misma, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? |
Condujeron a Jesús desde la casa de Caifás hasta el palacio del gobernador; era de madrugada. Los judíos no entraron en la casa del gobernador romano porque no querían contaminarse y así poder comer la Pascua.
Jesús le respondió: – ¿Dices esto por tu propia cuenta, u otros te lo dijeron?
Jesús alegó: – Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuese entregado a los judíos; pero mi reino realmente no es de este mundo.
Respondió Jesús: – No tendrías ninguna autoridad contra mí, si no fuese dada desde arriba; el hombre que me entregó a ti es más culpable que tú.
Cuando los principales sacerdotes y la policía del templo lo vieron, gritaron diciendo: – ¡Llévenselo y crucifíquenlo! Pilatos les respondió: – Ustedes llévenlo y crucifíquenlo; porque yo no hallo delito en Él.
¿Tú no eres el egipcio que hace algún tiempo provocó una rebelión y llevó al desierto a cuatro mil guerrilleros?
Esta fue la información que obtuve: los judíos lo acusan por diferencias religiosas entre ellos, pero ningún cargo justificaba la pena de muerte ni el encarcelamiento.
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, glorificó a su Hijo Jesús, al que ustedes entregaron y negaron en presencia de Pilatos, cuando él había decidido liberarlo.