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Proverbios 16:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

El hombre piensa que es justo lo que él hace, pero el Señor juzga los motivos.

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Biblia Reina Valera 1960

Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

La gente puede considerarse pura según su propia opinión, pero el Señor examina sus intenciones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cada cual justifica sus decisiones, pero Yavé sopesa los espíritus.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, Pero YHVH pesa los espíritus.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El hombre piensa que su conducta es recta; pero es Yahveh quien escruta los espíritus.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Todos los caminos del hombre son limpios ante sus propios ojos; pero Jehová pesa los espíritus.

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Proverbios 16:2
23 Tagairtí Cros  

Por el contrario, en su vanidad no pueden ver lo malvado que son.


El necio cree que lo que hace está bien, pero el sabio escucha consejos.


Hay delante del hombre un camino que parece recto, pero termina en muerte.


La plata y el oro se prueban con el fuego, pero al corazón lo prueba el Señor.


Al hombre le parece bien todo lo que hace, pero el Señor juzga sus intenciones.


Pues aunque digas que no sabías nada, el que conoce los corazones, el que vigila tu vida, sí lo sabrá. Él paga a cada uno según sus obras.


Hay quienes se creen puros, y no se han limpiado de su impureza.


Recuerda que el Señor mira todo lo que hacemos, no pierde de vista ninguno de nuestros actos.


Pero el camino de los buenos no es áspero ni empinado; Dios no les da una senda traicionera y áspera, sino una que ha sido por él mismo allanada.


Sólo el Señor lo conoce, porque el examina con cuidado todos los corazones y examina los más ocultos móviles de las personas para poder dar a cada cual su recompensa según sus hechos, según como haya vivido.


Téquel significa “pesado”; usted ha sido pesado en la balanza de Dios y no ha pasado la prueba.


―¿Por qué golpeaste a tu burra tres veces? —le preguntó el ángel—. He venido para detenerte porque vas caminando hacia la destrucción.


Jesús les dijo: «Ustedes se hacen pasar por buenos delante de la gente, pero Dios conoce sus corazones. Les digo que aquello que la gente piensa que tiene mucho valor para Dios es despreciable.


»Escríbele al ángel de la iglesia en Tiatira: Este es un mensaje del Hijo de Dios, cuyos ojos fulguran como llamas de fuego y cuyos pies son como bronce al rojo vivo.


Y a los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo escudriño la mente y el corazón y que a cada uno le doy su merecido.


En aquellos días no había rey en Israel y cada uno hacía lo que quería.


Solamente trescientos hombres bebieron de sus manos. Todos los demás pusieron la boca en el arroyo.


Pero el Señor le dijo: ―No juzgues al hombre por su apariencia. No, no es este. Yo no escojo como los hombres lo hacen. Los hombres juzgan por la apariencia exterior, pero yo miro el corazón.


»Dejen de actuar con tanto orgullo y arrogancia; el Señor sabe lo que ustedes han hecho, y él juzgará sus acciones.