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Mateo 6:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

»¡Mucho cuidado con andar haciendo buenas obras para que los demás los vean y admiren! ¡Los que así lo hacen no tendrán recompensa del Padre que está en el cielo!

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Biblia Reina Valera 1960

Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»¡Tengan cuidado! No hagan sus buenas acciones en público para que los demás los admiren, porque perderán la recompensa de su Padre, que está en el cielo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Guárdense de las buenas acciones hechas a la vista de todos, a fin de que todos las aprecien. Pues en ese caso, no les quedaría premio alguno que esperar de su Padre que está en el cielo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos,° de otra manera, no tenéis galardón de vuestro Padre que está en los cielos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Procurad no hacer vuestras buenas obras delante de la gente para que os vean; de lo contrario, no tendréis recompensa ante vuestro Padre que está en los cielos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mirad que no hagáis vuestras limosnas delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tenéis recompensa de vuestro Padre que está en el cielo.

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Mateo 6:1
36 Tagairtí Cros  

―Ahora ven conmigo —dijo Jehú—, y comprueba cuánto amor siento por el Señor. Jonadab se fue con él.


Pero Jehú no siguió al Señor, Dios de Israel, con todo su corazón, porque siguió adorando a los becerros de oro con que Jeroboán había hecho pecar a Israel.


Dan generosamente a los necesitados. Sus buenas acciones jamás serán olvidadas. Tendrán influencia y honra.


Así que vienen como si fueran sinceros y se sientan ante ti a escucharte. ¡Pero ellos no tienen ninguna intención de hacer lo que yo les diga! Hablan dulcemente de amar al Señor, pero con sus cabezas están pensando sólo en el robo.


»¡Oh, rey Nabucodonosor, escúcheme, deje de cometer injusticias; haga lo que es recto, ponga fin a sus maldades, muestre misericordia a los pobres! Quizás entonces seguirá viviendo con prosperidad.


»Entonces nadie se jactará de tener dones proféticos. Nadie usará la túnica típica de profeta para engañar nuevamente al pueblo con sus mentiras.


«Cuando regresen a Betel, digan a su pueblo y a sus sacerdotes: “Durante los setenta años de exilio, cada vez que ayunaron y se humillaron en los meses quinto y séptimo, ¿lo hacían pensando sinceramente en dejar de cometer maldades y ser fieles a mis instrucciones? ¡No, de ninguna manera!


Yo, el Hijo del hombre, vendré con los ángeles en la gloria de mi Padre y juzgaré a cada persona según sus obras.


―¡Cuídense de la levadura de los fariseos y de los saduceos!


»¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque ni entran al reino de los cielos ni dejan entrar a nadie!


»¡Y luego se dedican a hacer obras de caridad para que los demás los vean! Para aparentar santidad, se ponen en la frente y en los brazos porciones de las Escrituras escritas en las tiras de pergamino o piel más anchas que puedan encontrar, y procuran que los flecos de sus mantos sean más largos que los de los demás.


»Yo, el Rey, les responderé: “Todo lo que hicieron a mis hermanos necesitados a mí me lo hicieron”.


¡Así dejen ustedes brillar su luz ante toda la gente! ¡Que las buenas obras que ustedes realicen brillen de tal manera que la gente adore al Padre celestial!


Si ustedes aman sólo a los que los aman, ¿qué de extraordinario tiene eso? ¡Aun la gente mala puede hacerlo!


Ustedes deben ser perfectos, como su Padre que está en los cielos es perfecto.


»Cuando ustedes ayunen, no lo hagan en público como los hipócritas, que tratan de aparentar que están pálidos y desaliñados para que la gente se dé cuenta de que ayunaron. Les aseguro que, aparte de esto, no tendrán más recompensa.


Ustedes oren así: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.


Jesús les advirtió: ―¡Cuidado con la levadura del rey Herodes y la de los fariseos!


Procura que la luz que hay en ti no sea tinieblas.


Mientras, se habían juntado miles de personas, tantas que se atropellaban unas a otras. Jesús comenzó a hablar y les dijo primero a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos, o sea, de su hipocresía.


Y le dijo a la gente: ―Tengan cuidado y dejen toda avaricia. La vida de una persona no depende de las muchas cosas que posea.


Jesús les dijo: «Ustedes se hacen pasar por buenos delante de la gente, pero Dios conoce sus corazones. Les digo que aquello que la gente piensa que tiene mucho valor para Dios es despreciable.


Preferían recibir honores de los hombres y no los honores que proceden de Dios.


¿Cómo van a creer, si unos a otros se rinden gloria pero no buscan la gloria del Dios único?


Y viendo eso, Pedro les dirigió la palabra: «Hombres de Israel —les dijo—, ¿qué hay de sorprendente en esto? ¿Por qué nos miran como si hubiéramos hecho andar a este hombre mediante nuestro propio poder y por nuestra piedad?


Esos que están tratando de que ustedes se circunciden, lo hacen para quedar bien con la gente y así evitar la persecución por anunciar la cruz de Cristo.


Devuélveselo en la tarde para que pueda usarlo en la noche y para que te bendiga. El Señor tu Dios te lo contará por justicia.


Consideró que era mejor sufrir la vergüenza por causa del Mesías que disfrutar de los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa.


Por lo tanto, es necesario que prestemos más atención al mensaje que hemos oído, no sea que nos extraviemos.


Dios no es injusto. ¿Cómo podría él olvidar el ardor con que ustedes han trabajado o el amor que le han demostrado y le siguen demostrando al ayudar a los del pueblo santo?


Cuiden que no se pierda el fruto de nuestro trabajo, a fin de que ustedes reciban íntegramente el galardón.