Mateo 27:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando Judas, el traidor, se dio cuenta de que iban a condenar a muerte a Jesús, arrepentido y adolorido corrió a donde estaban los principales sacerdotes y funcionarios judíos a devolverles las treinta piezas de plata que le habían pagado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Judas, quien lo había traicionado, se dio cuenta de que habían condenado a muerte a Jesús, se llenó de remordimiento. Así que devolvió las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Judas, el traidor, supo que Jesús había sido condenado, se llenó de remordimientos y devolvió las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los jefes judíos. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Judas, el que lo había entregado, viendo que había sido condenado, sintió remordimiento° y devolvió las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y ancianos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces, Judas, el que lo había entregado, al ver que lo habían condenado, asaltado por los remordimientos, devolvió a los pontífices y a los ancianos las treinta monedas de plata, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, arrepentido, devolvió las treinta monedas de plata a los príncipes de los sacerdotes y a los ancianos, |
»Pero si el buey cornea a un esclavo, hombre o mujer, el dueño pagará treinta monedas de plata al dueño del esclavo o de la esclava, y el buey se matará a pedradas.
Entonces el Señor me dijo: «¡Toma esas monedas, ese “espléndido salario” que me han dado, y deposítalas en la tesorería del templo!». Así que tomé las treinta moneditas y las eché en la tesorería.
Antes de llegar la hora de la cena, el diablo ya había hecho que Judas Iscariote se decidiera a traicionar a Jesús.
En el momento en que Judas tomó el pan, Satanás entró en él. Jesús le dijo: ―Lo que vas a hacer, apúrate a hacerlo.
Así que Judas llegó al huerto, al frente de una tropa de soldados y guardias de los jefes de los sacerdotes y de los fariseos. Iban armados y llevaban antorchas y lámparas.
Sin embargo, con el dinero que recibió en pago por su traición, compró un terreno en el que, al precipitarse de cabeza, se le reventó el vientre y se le salieron las entrañas.
Dios a veces permite que nos vengan tristezas para impulsarnos a apartarnos del pecado y tener la salvación. Jamás debemos quejarnos de estas tristezas. Pero las tristezas del mundo sólo producen muerte.