Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó a la entrada de la ciudad, como si quisiera conversar con él secretamente. Una vez allí, Joab sacó su cuchillo y se lo clavó en el vientre. De esta manera Joab vengó la muerte de su hermano Asael.
Jeremías 9:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Porque siempre andan dañando con sus palabras mentirosas, como cuando saludan a un vecino diciéndole «que tengas paz», pero en su interior están pensando cómo dañarlo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Saeta afilada es la lengua de ellos; engaño habla; con su boca dice paz a su amigo, y dentro de sí pone sus asechanzas. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues sus lenguas lanzan mentiras como flechas envenenadas. Dicen palabras amistosas a sus vecinos mientras en el corazón traman matarlos. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Y no he de castigarles yo por estas cosas?, dice Yavé.
¿De gente como ésta, no me vengaré?' La Biblia Textual 3a Edicion Su lengua es cual saeta mortífera que habla engaño. Con su boca hablan paz con su prójimo, Pero dentro de sí colocan su emboscada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No debo castigarlos por estas cosas -oráculo de Yahveh-, y de una nación como ésta no he de vengarme?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Saeta afilada es la lengua de ellos; engaño habla; con su boca habla paz con su prójimo, pero en su corazón pone su asechanza. |
Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó a la entrada de la ciudad, como si quisiera conversar con él secretamente. Una vez allí, Joab sacó su cuchillo y se lo clavó en el vientre. De esta manera Joab vengó la muerte de su hermano Asael.
Se mienten unos a otros, hablando con labios aduladores; ya no hay sinceridad.
El Señor acabará con todo labio adulador y toda lengua vanidosa que dice:
¡Ah, lengua mentirosa! ¿Que hará Dios contigo? ¿Cómo aumentará tu sufrimiento?
No me arrastres junto con todos los malvados que hablan amablemente a su prójimo mientras planean maldad en sus corazones.
pues no hablan de paz ni de hacer el bien, sino de tramar contra los inocentes que no se meten con los demás.
Sus palabras eran suaves como aceite, pero en su corazón había guerra. Sus palabras eran blandas como crema, pero ocultaban puñales.
Estoy rodeado de leones feroces; de hombres devoradores que tienen dientes como agudas lanzas y flechas; tienen lenguas como espadas.
Sus propias palabras se volverán contra ellos y los destruirán. Cuantos los vean se burlarán de ellos.
Calumniar a alguien es tan dañino como herirlo con un hacha, atravesarlo con la espada o clavarle una flecha aguda.
Hay entre mi pueblo hombres perversos que acechan víctimas como lo hace un cazador oculto. Arman trampas y redes con mucha habilidad. ¿Y qué es lo que atrapan? ¡Personas!
¿No los habré de castigar por esto? ¿Tendré que fingir que no me doy cuenta de nada de lo que hacen?
¡Todos son grandes mentirosos, para nada se preocupan de hablar con la verdad! Nada les importa la justicia y van de mal en peor. Nada les importo yo, dice el Señor.
¡Cuídate de tu vecino! ¡Cuídate de tu hermano! Cada cual se aprovecha del otro y siempre andan hablando mal de todo el mundo.
Se han vuelto especialistas en la mentira y el chisme, ¡y no tienen otra cosa en la cabeza que hacer maldades!
Tus ricos han conseguido sus riquezas por medio de la extorsión y la violencia; tus ciudadanos están tan acostumbrados a la mentira que no saben decir la verdad.