Jeremías 4:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Tu conducta malvada te ha acarreado esto, llenando de amargura tu corazón. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Tu camino y tus obras te hicieron esto; esta es tu maldad, por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón. Biblia Nueva Traducción Viviente Tus propios hechos han traído todo esto sobre ti. Este castigo es amargo; ¡te penetra hasta el corazón!”». Biblia Católica (Latinoamericana) Todo esto te mereces por tu mala conducta y por tus fechorías. Que se te parta el corazón de pena porque te rebelaste contra mí. La Biblia Textual 3a Edicion Tus caminos y tus hechos te han procurado estas cosas, Y éste es el fruto° de tu maldad; Ciertamente es amargo, Ciertamente alcanza hasta tu corazón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tu conducta y tus obras te causan estas cosas. Ésta es tu desgracia. ¡Qué amarga! ¡Cómo te llega al corazón! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tu camino y tus obras te hicieron esto, esta es tu maldad; porque es amarga, porque ha penetrado hasta tu corazón. |
cosecharán el fruto de su conducta, se hartarán de sus malas intenciones,
Al malvado lo tienen atrapado sus propios pecados, son cuerdas que lo atan y retienen.
El Señor pregunta: ¿Los entregué yo en manos de mis acreedores? ¿Será por eso que no están presentes? ¿Está ausente su madre porque yo me divorcié de ella y la despedí? No, se han entregado ustedes mismos por sus pecados, y a su madre se la llevaron en pago de sus deudas.
Y en cuanto al pueblo a quien profetizan, les aseguro que sus cuerpos serán arrojados por las calles de Jerusalén, víctimas del hambre y la guerra; y no habrá siquiera quien los sepulte. Esposos, esposas, hijos e hijas: todos desaparecerán. ¡Sobre todos ellos derramaré un terrible castigo por sus graves delitos!
¿No se dan cuenta aún que ustedes se han acarreado esto al rebelarse contra el Señor su Dios cuando él quería guiarlos y mostrarles la forma correcta de vivir?
Su propia maldad será su castigo. Verán lo malo y amargo que es rebelarse contra el Señor su Dios, abandonándolo sin temor, dice el Señor, el Señor de los ejércitos.
Pero, ¿lo mataron acaso el rey Ezequías y el pueblo por decir eso? No, sino que dejaron sus actos malvados y rindieron homenaje al Señor y le suplicaron que tuviera misericordia de ellos. Y el Señor no les envió el terrible castigo que les había preparado. Si por comunicarnos los mensajes de Dios matamos a Jeremías, ¡quién sabe qué nos hará el Señor!
Y cuando su pueblo pregunte: «¿Por qué nos hace esto el Señor, nuestro Dios?» les responderán: «Ustedes lo rechazaron y se entregaron a otros dioses en su tierra, y ahora tendrán que ser esclavos de extranjeros en sus tierras».
Y por eso les he retirado estas admirables bendiciones. Su conducta reprobable contra mí les ha privado de aquellos bienes.
El Señor ha llenado mi vida de tristeza y vivo amargado y dolorido todo el tiempo.
Dejé que pagaran las consecuencias de sus actos y yo no metí las manos por ellos.
Su gente jamás parece reconocer que yo los estoy observando. Sus hechos malvados los delatan por todos lados, y ninguno de ellos se oculta de mi vista. ¡No se me escapa nada de lo que hacen!