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Oseas 7:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Su gente jamás parece reconocer que yo los estoy observando. Sus hechos malvados los delatan por todos lados, y ninguno de ellos se oculta de mi vista. ¡No se me escapa nada de lo que hacen!

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Y no consideran en su corazón que tengo en memoria toda su maldad; ahora les rodearán sus obras; delante de mí están.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 La gente no se da cuenta de que los estoy mirando. Están cercados por sus acciones pecaminosas y yo las veo todas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Ellos no se fijan que tengo presente su maldad. Ahora mismo sus obras están delante de mí acusándolos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y no reflexionan en su corazón que Yo tengo presente todas sus perversidades. Sus propias acciones los han copado, Y están delante de mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 No consideran en su corazón que yo tengo presente su maldad: sus acciones los asedian, las tengo delante de mi rostro.

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Oseas 7:2
33 Tagairtí Cros  

»Porque Dios observa atentamente lo que hace la humanidad; a todos los ve.


«Dios no ve, no se dará cuenta», dicen para sí los malvados.


Pasa por alto los pecados de mi juventud, Señor; mírame con ojos de misericordia y perdón.


Arrepiéntanse todos los que se han olvidado de Dios, antes que los despedace y nadie pueda ayudarlos.


El Señor es célebre por la forma en que hace caer a los malvados en sus propios lazos.


Frente a ti extiendes nuestros pecados, nuestros pecados secretos, y los ves todos.


Hasta los animales —el burro y el buey— conocen a su amo y agradecen sus cuidados, ¡pero no así mi pueblo Israel! Haga lo que haga por ellos, les tiene sin cuidado.


Señor, angustiados te buscaron. Cuando les llegó tu castigo, entonces exhalaron su temerosa oración.


El hombre aquel no se detiene a pensar o a preguntarse: «¿No es acaso sólo un trozo de madera? Lo usé como leña para calentarme, cocinar mi pan y asar mi carne, ¿cómo ha de ser un dios el pedazo sobrante? ¿He de postrarme ante un trozo de madera?».


Ustedes llevan buena música a sus grandes fiestas; las orquestas son magníficas. Pero no piensan en el Señor ni de él se preocupan.


Pero el Señor responde: Se complacieron en alejarse de mí y no han procurado seguir las sendas que les señalé. Ahora ya no los aceptaré como pueblo mío, ahora recordaré todo el mal que han hecho, y castigaré sus pecados.


Porque para nada los pierdo de vista y estoy atento a todas las maldades que cometen. Es inútil que intenten ocultarse de mí.


Mi pueblo peca como por encargo, como si sus maldades fueran leyes esculpidas con cincel de hierro o punta de diamante sobre su empedernido corazón o en las esquinas de sus altares.


Su propia maldad será su castigo. Verán lo malo y amargo que es rebelarse contra el Señor su Dios, abandonándolo sin temor, dice el Señor, el Señor de los ejércitos.


Tienes gran sabiduría y realizas poderosos milagros, porque tu atención está puesta en todo lo que hace la gente y recompensas a cada cual según su vida y sus hechos.


Tu conducta malvada te ha acarreado esto, llenando de amargura tu corazón.


¿Piensan acaso que el Señor no sabía que ustedes, sus antepasados, sus reyes y príncipes y todo el pueblo ofrecían perfumes agradables a los ídolos en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?


Sus adivinos y falsos profetas les han dicho mentiras respecto a seguridad y éxito: que sus dioses los salvarán del rey de Babilonia. Así han causado su muerte junto con todos los demás impíos, pues cuando el día final de juicio venga ustedes también serán heridos de muerte.


Pero el Señor tiene un pleito contra Judá, y lo castigará por todo lo malo que ha hecho; sí, le dará a Jacob lo que se merece por su mala conducta.


Y así se cumple aquello de que “cual el sacerdote, tal el pueblo”, y como los sacerdotes son malvados, el pueblo lo es también. Por lo tanto yo castigaré tanto a los sacerdotes como al pueblo por sus hechos malvados.


En tan sólo dos o tres días nos sanará por completo y entonces podremos vivir siempre bajo su protección. ¡No vacilemos en buscar al Señor!


Aunque ahora quisieran por fin rendirme homenaje solo a mí, yo no lo aceptaría. Más bien voy a exigirles cuentas por sus pecados y luego los castigaré. ¡Otra vez haré que sean esclavos de Egipto!


El Señor dice: «Toda su maldad comenzó en Guilgal; allí yo comencé a odiarlos. Yo los expulsaré de mi tierra por causa de su idolatría. No los amaré más, pues todos sus jefes son rebeldes a mí.


Las cosas que hace mi pueblo son tan depravadas como las que hicieron en Guibeá. ¡Pero el Señor no se olvida de sus maldades y los castigará por todo el mal que han hecho!


El Señor, que es el orgullo de Israel, ha jurado: «¡Yo no olvidaré jamás sus malas acciones!».


«Ve a la gran ciudad de Nínive y anúnciale que la voy a destruir, porque su maldad ha quedado completamente evidente ante mí».


»Pero si no cumplen lo que han prometido, pecarán contra el Señor, y pagarán las consecuencias.


Porque no hay nada encubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a conocerse.


Por eso, no se precipiten a sacar conclusiones sobre si alguien es buen siervo o no. Esperen a que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad, y pondrá al descubierto las intenciones del corazón. Cuando ese momento llegue, cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca.


¡Oh, si tuvieran sabiduría! ¡Oh, si tuvieran entendimiento! ¡Oh, si supieran el fin que les espera!


Nada de lo que él ha creado puede esconderse de aquel a quien tendremos que rendir cuentas de nuestros hechos.


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