Jeremías 2:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Oh habitantes de Israel, dice el Señor, aclárenme lo siguiente: ¿Por qué me abandonaron sus padres? ¿Qué hallaron torcido en mí que los apartó de la forma de vida que les mostré y los convirtió en necios adoradores de ídolos? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Escuchen la palabra del Señor, pueblo de Jacob, todas las familias de Israel! Biblia Católica (Latinoamericana) Gente de Israel, con todas sus familias, escuchen lo que dice Yavé: La Biblia Textual 3a Edicion ¡Oíd la palabra de YHVH, oh casa de Jacob Y todas las familias de la casa de Israel! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escucha la palabra de Yahveh, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. |
¡Ay, si no fueran tan orgullosos y tercos! Entonces pondrían atención al Señor cuando les habla.
Entonces el Señor les dijo lo siguiente: Oigan la palabra del Señor reyes de Judá y ciudadanos de Jerusalén. El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Sobre este lugar traeré un mal espantoso, tan terrible que a cuantos lo oigan les quedarán zumbando los oídos.
En aquellos días Israel era un pueblo santo, el primogénito de mis hijos. A todos los que lo perjudicaban se les culpaba gravemente, y eran castigados con mucha rigidez.
En aquel tiempo, dice el Señor, todas las familias de Israel me reconocerán como su Señor; se comportarán como pueblo mío.
¿Has oído lo que el pueblo dice? ¡Que el Señor eligió a Judá e Israel y luego los abandonó! Se burlan y dicen que Israel no merece ser tenida como nación.
Pero escucha esto, Sedequías, rey de Judá: El Señor dice que no caerás en la matanza de la guerra,
Escucha lo que digo, pueblo tonto e insensato, de ojos ciegos y oídos sordos.
Ve a la entrada del templo del Señor y dale al pueblo este mensaje: ¡Oh Judá, escucha este mensaje del Señor! Escúchenlo ustedes, los que vienen aquí a rendir homenaje a Dios.
Israelitas, escuchen la palabra del Señor, pues él tiene un pleito contra ustedes. La queja del Señor es esta: «Ya no hay entre ustedes fidelidad, ni bondad, ni conocimiento de Dios.
Oigan lo que el Señor dice a su pueblo: «¡Levántate y presenta tu caso de manera tan poderosa que se escuche por todo el mundo! ¡Habla de forma que hasta en las colinas más alejadas escuchen tu queja!».