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Jeremías 12:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Lo han desolado; escucho sus amargos lamentos. Toda la tierra de Israel está desolada y nadie se duele por ello.

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Biblia Reina Valera 1960

Fue puesta en asolamiento, y lloró sobre mí desolada; fue asolada toda la tierra, porque no hubo hombre que reflexionase.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Lo han convertido en tierra baldía; escucho su triste lamento. Toda la tierra está desolada y a nadie siquiera le importa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¡El país está totalmente destruido y nadie se conmueve por eso!

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La Biblia Textual 3a Edicion

Sí, la han convertido en una desolación, Y desolada, llora sobre mí. Todo el país está desolado, Ya nadie reflexiona en su corazón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

la han dejado arrasada, está de luto ante mí, desolada. Todo el país está devastado, pero nadie lo lamentaba.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Fue puesta en asolamiento, y lloró sobre mí desolada; fue asolada toda la tierra, porque no hubo hombre que lo pusiese en su corazón.

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Jeremías 12:11
23 Tagairtí Cros  

Más vale gastar el tiempo en funerales que en festivales. Porque la muerte te espera y es bueno pensar en ello mientras te quede tiempo.


Por eso derramó el Señor tan grande furia e ira sobre su pueblo y lo destruyó en batalla. Sin embargo, aun sobre el fuego y quemándose, no entienden el porqué: ¡Está Dios deseoso de que se arrepientan!


Mueren los buenos, perecen los justos antes de tiempo sin que nadie parezca preocuparse o preguntarse la razón. Nadie pareciera darse cuenta de que Dios los aleja de los malos días que vendrán.


¡Oigan, escuchen el terrible escándalo que producen los ejércitos que vienen desde el norte! Las ciudades de Judá quedarán convertidas en guaridas de chacales.


Deja caer tu cólera sobre las naciones que no te obedecen, pues han causado tanto daño a Israel que lo han dejado convertido en triste páramo.


Judá llora, los negocios están paralizados, todo el mundo se postra en tierra y hay gran aflicción en Jerusalén.


Y también borraré de la faz de la tierra a Jerusalén, de modo que todo el que pase abra la boca asombrado ante todo lo que le hice y hará una rechifla burlona.


El país está lleno de adulterio y la tierra hasta parece maldita, completamente reseca. Las personas sólo piensan en cometer maldades, siempre actuando tramposamente.


Todo este país se convertirá en un arenal desolado; todo mundo quedará con la boca abierta de asombro ante el desastre que les llegará. Durante setenta años Israel y las naciones vecinas servirán al rey de Babilonia.


¡Arremeten con todas sus fuerzas dejando destrucción por todos lados! Súbitamente, en un abrir y cerrar de ojos, destruyen las casas y saquean las pertenencias.


Y todo esto como cumplimiento de una decisión del Señor. ¡Menos mal que él decidió que al menos quedará con vida un pequeño grupo del pueblo!


La tierra llorará, los cielos estarán enlutados por la decisión contra mi pueblo, pero estoy resuelto y no la cambiaré.


Presta mucha atención, Jerusalén, no suceda que deje de quererte y permita que te arruines completamente.


Entonces se soltarán llorando por todos lados, hasta en los lugares desiertos, porque hay mucha desgracia, muerte de gente, de aves y ganados.


Convertiré a Jerusalén en un montón de casas ruinosas, en guarida de chacales. Ciudades fantasmas serán las de Judá, sin nadie que habite en ellas.


¿No habré de castigarlos por toda esta situación?, pregunta el Señor, ¿no habré de corregir con toda autoridad a este pueblo?


Los campos están secos, la tierra está vacía. Se perdió la cosecha del trigo, ya no hay vino y se acabó el aceite.


Sí, yo desolaré su tierra, y sus enemigos vivirán en ella, y se asombrarán de lo que yo haya hecho.


«Cuando regresen a Betel, digan a su pueblo y a sus sacerdotes: “Durante los setenta años de exilio, cada vez que ayunaron y se humillaron en los meses quinto y séptimo, ¿lo hacían pensando sinceramente en dejar de cometer maldades y ser fieles a mis instrucciones? ¡No, de ninguna manera!


Si no cambian su conducta y le dan la importancia que merece mi gran fama, yo enviaré un castigo terrible sobre ustedes, y en vez de darles bendición, como me gustaría hacerlo, me volveré contra ustedes con toda clase de males. Por cierto, ya los he maldecido, porque ustedes no han tomado en serio las cosas que para mí son importantes, dice el Señor.


Sabemos que toda la creación gime como si fuera a dar a luz.