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Jeremías 4:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

28 La tierra llorará, los cielos estarán enlutados por la decisión contra mi pueblo, pero estoy resuelto y no la cambiaré.

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Biblia Reina Valera 1960

28 Por esto se enlutará la tierra, y los cielos arriba se oscurecerán, porque hablé, lo pensé, y no me arrepentí, ni desistiré de ello.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 La tierra estará de luto y los cielos serán tapizados de negro a causa de la sentencia que pronuncié contra mi pueblo. Lo he decidido y no lo cambiaré».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Por eso, la tierra se viste de luto y los cielos se oscurecen, porque yo lo he dicho y no me arrepentiré; lo he resuelto y no me volveré atrás.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Por eso se enlutará la tierra y se oscurecerán° los cielos arriba; Pues he hablado, lo he pensado, Y no cambiaré de parecer ni desistiré de ello.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Por esto hará duelo la tierra y los cielos arriba se oscurecerán; pues lo he dicho, lo he decidido y no me arrepiento ni me retracto.

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Jeremías 4:28
34 Tagairtí Cros  

La tierra sufre por los pecados de su pueblo. La tierra languidece, los cultivos se marchitan, los cielos niegan la lluvia. El país está corrompido por el crimen; el pueblo ha torcido las leyes de Dios y ha quebrantado sus mandamientos eternos.


En aquel día los cielos se fundirán y desaparecerán como quien enrolla un pergamino, y como si fueran hojas, o fruta madura, caerán las estrellas.


Gruñen sobre sus víctimas como mar rugiente. Nube de tinieblas y dolor cubre a Israel. Negro es el cielo.


Yo soy quien envía la oscuridad a través del cielo.


Lo han desolado; escucho sus amargos lamentos. Toda la tierra de Israel está desolada y nadie se duele por ello.


¿Hasta cuando tendrá esta tierra tuya que soportar la conducta de ellos? ¡Aun la hierba del campo tiene que pagar las consecuencias por las perversidades que ellos cometen! Las bestias y aves silvestres han huido, dejando desierta la tierra. Sin embargo, el pueblo dice: «Dios no nos llevará a juicio. Estamos completamente a salvo».


Judá llora, los negocios están paralizados, todo el mundo se postra en tierra y hay gran aflicción en Jerusalén.


El país está lleno de adulterio y la tierra hasta parece maldita, completamente reseca. Las personas sólo piensan en cometer maldades, siempre actuando tramposamente.


La terrible cólera del Señor no se aplacará hasta que haya ejecutado todo el castigo planeado. Más adelante comprenderán mejor lo que les estoy diciendo.


¡El Señor no retirará la furia de su cólera hasta que haya terminado la tremenda destrucción que ha planeado! Más adelante comprenderán lo que les digo.


¡Prepara tus defensas, Babilonia! ¡Pon bastantes guardas en tus murallas, coloca una emboscada, pues el Señor hará cuanto ha anunciado contra Babilonia! ¡El Señor sin duda cumplirá su promesa de destruir a Babilonia!


No ores más por este pueblo, Jeremías. No llores por ellos ni ores ni supliques que yo les ayude, pues no te atenderé.


El Señor es quien llevó a cabo lo que había planeado. Cumplió las promesas de desastre que hizo hace mucho tiempo. Destruyó a Jerusalén sin piedad y ha permitido que sus enemigos se rían de ella y presuman delante de ella su poder.


¡Yo, el Señor, lo he dicho, sucederá así, yo lo haré!”».


»¿Lo rescataré del infierno? ¿Lo libraré de la muerte? Muerte, ¿dónde están tus plagas? Sepulcro, ¿dónde está tu poder destructor? ¡No le tendré más compasión!».


Por eso la gente está de luto, todos están tristes y deprimidos. ¡Hasta los animales del campo, las aves del cielo y los peces están padeciendo los efectos de su maldad!


Los campos están secos, la tierra está vacía. Se perdió la cosecha del trigo, ya no hay vino y se acabó el aceite.


Si lo hacen, ciertamente los llenaré de cosas buenas. No cambiaré de parecer. Cuando me enojé contra sus antepasados y prometí que los castigaría, los castigué;


Dios no es hombre para que mienta; él no se arrepiente como los hombres. ¿Ha prometido alguna vez sin cumplir lo que ha dicho?


Aquel día, desde el mediodía hasta las tres de la tarde, la tierra se sumió en oscuridad.


Al llegar el mediodía toda la tierra quedó en oscuridad, hasta la media tarde.


Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda la tierra quedó a oscuras,


En virtud de lo que Cristo hizo, ahora somos herederos, porque en su plan soberano nos escogió desde el principio para ser suyos; y esto es el cumplimiento de ese plan que Dios quería llevar a cabo.


Dios nos ha revelado el secreto que tenía guardado, el plan que hace muchísimo tiempo se había trazado en Cristo.


pero este fue nombrado con el juramento del que dijo: «El Señor juró, y no cambiará de opinión: “Tú eres sacerdote para siempre”».


Cuando el Cordero abrió el sexto sello, se produjo un gran terremoto; el sol se puso negro como si se hubiera puesto ropa de luto, y la luna adquirió un color rojo como la sangre.


Y el Señor, que es la Gloria de Israel, no miente, ni cambia de parecer, porque no es como los hombres.


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