Mucho tiempo después, el jefe de los panaderos y el jefe de los coperos que servían al rey de Egipto, hicieron algo que lo ofendió.
Génesis 40:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Yo tenía la copa del faraón, Entonces tomé las uvas y las exprimí en la copa del faraón y se la serví. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y que la copa de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas y las exprimía en la copa de Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo tenía la copa del faraón en mi mano, entonces tomé un racimo de uvas y exprimí el jugo en la copa. Después puse la copa en la mano del faraón. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo tenía en la mano la copa de Faraón, y tomando aquellas uvas las exprimía en la copa de Faraón, y ponía la copa en sus manos. La Biblia Textual 3a Edicion Y estaba la copa de Faraón en mi mano, tomé las uvas y las exprimí en la copa de Faraón, y puse la copa en mano de Faraón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo sostenía en mi mano la copa del Faraón. Yo iba tomando las uvas y exprimiéndolas en ella. Luego ponía la copa en mano del Faraón'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y que la copa de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas, y las exprimía en la copa de Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón. |
Mucho tiempo después, el jefe de los panaderos y el jefe de los coperos que servían al rey de Egipto, hicieron algo que lo ofendió.
José entonces le dijo: ―Esta es la interpretación del sueño: Las tres ramas son tres días.
Entonces el faraón colocó de nuevo al jefe de los coperos en su cargo,
Y cuando vio los deliciosos manjares sobre su mesa, el gran número de servidores y criados que estaban vestidos con uniformes espléndidos, los coperos, y los muchos sacrificios que ofrecía al Señor, quedó completamente maravillada.
y de lo maravilloso de la comida en sus mesas, y de la cantidad de ayudantes y sirvientes que tenía, y de sus uniformes espectaculares y de los oficiales vestidos con sus mejores galas, y vio el porte de los hombres de la guardia de turno, se quedó asombrada.
Señor, escucha mi oración. Escucha la oración de quienes se deleitan en darte gloria y honra. Te ruego que me permitas tener éxito cuando me presente ante el rey con mi petición. Haz que el rey me atienda y me trate bien». Yo era entonces copero del rey.
Así tus graneros se llenarán hasta reventar, y tus bodegas rebosarán de vino nuevo.