Además, tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. De modo que sólo quien sea capaz de contar el polvo de la tierra, podrá contar a tus descendientes.
Génesis 32:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Jacob pasó allí la noche y preparó un obsequio para su hermano Esaú: 200 cabras, 20 chivos, 200 ovejas, 20 carneros, 30 camellas paridas con sus crías, 40 vacas, 10 toros, 20 burras, 10 burros. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú: Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Jacob pasó la noche en aquel lugar. Luego escogió de sus pertenencias los siguientes regalos para entregar a su hermano Esaú: Biblia Católica (Latinoamericana) Pero eres tú quien me dijo: Te colmaré de bienes y tu descendencia será como la arena del mar, que nadie puede contar. La Biblia Textual 3a Edicion Y pernoctó allí aquella noche, y de lo que le vino a mano tomó un presente para su hermano Esaú: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tú dijiste: 'Yo te favoreceré y haré que tu descendencia sea como la arena del mar, que por ser tanta no puede contarse''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú. |
Además, tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. De modo que sólo quien sea capaz de contar el polvo de la tierra, podrá contar a tus descendientes.
Luego el Señor hizo que Abram saliera de su carpa, y le dijo: ―Intenta contar todas las estrellas que hay en el cielo, y verás que no puedes. ¡Pues, así de numerosos serán tus descendientes!
Abraham levantó la mirada y vio que tres hombres se dirigían hacia él. Se levantó de un salto y corrió al encuentro de ellos. Se inclinó hasta tocar el suelo con su frente,
te bendeciré muchísimo. Tu descendencia será tan numerosa como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tus descendientes poseerán las ciudades de sus enemigos.
―No, te ruego que los aceptes —dijo Jacob—, porque al verte me parece estar viendo a Dios mismo, pues me has recibido con mucha bondad.
―¿Y para qué era todo ese ganado que he encontrado en el camino mientras venía hacia acá? —preguntó Esaú. Jacob contestó: ―Son obsequios que te envié para ganarme tu favor.
Y como José era el gobernador de todo Egipto y estaba a cargo de la venta del trigo, sus hermanos llegaron y, en señal de respeto, se inclinaron delante de él, hasta tocar el suelo con la frente.
Entonces Israel, su padre, finalmente les dijo: ―Si no se puede evitar, entonces por lo menos hagan esto: Carguen los burros con los mejores productos de la tierra: bálsamo, miel, especias, mirra, nueces y almendras, y llévenle todo eso a aquel hombre.
Cuando José llegó le entregaron los regalos, y se inclinaron delante de él, en señal de respeto.
Por lo tanto, puse guardias armados organizados por familias en los lugares donde la muralla estaba más baja.
El soborno parece funcionar como vara mágica para el que lo ofrece, pues todo lo que emprende lo consigue.
Con regalos se abren todas las puertas y se llega a la presencia de gente importante.
Muchos buscan quedar bien con el poderoso; todos son amigos del que es dadivoso.
Pregunta a tus hombres y ellos te dirán si esto es cierto o no. He enviado a mis hombres a pedirte una contribución, pues hemos venido en buen día; danos un presente de lo que tengas a mano».