Saray, la esposa de Abram, no había podido tener hijos. Pero como tenía una esclava egipcia llamada Agar,
Génesis 21:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero Sara vio que Ismael, el hijo que la egipcia Agar le había dado a Abraham, se burlaba de Isaac. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Sara vio que Ismael —el hijo de Abraham y de su sierva egipcia Agar— se burlaba de su hijo Isaac. Biblia Católica (Latinoamericana) Sara vio que el hijo que la egipcia Agar había dado a Abrahán, se burlaba de su hijo Isaac, La Biblia Textual 3a Edicion Pero Sara vio que el hijo que Abraham había tenido de Agar la egipcia, se burlaba.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vio Sara que el hijo de Agar, la egipcia, el que ésta había dado a Abrahán, estaba jugando con su hijo Isaac, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vio Sara al hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, que se burlaba. |
Saray, la esposa de Abram, no había podido tener hijos. Pero como tenía una esclava egipcia llamada Agar,
En cuanto a Ismael, también te he oído y haré lo que me has pedido. Le daré una descendencia muy numerosa, y haré que de él salga una gran nación. Él será el padre de doce príncipes.
El niño creció y llegó a la edad en que fue destetado. Y Abraham celebró la ocasión con una gran fiesta.
Los mensajeros, pues, fueron de ciudad en ciudad a través de Efraín, Manasés y hasta Zabulón. Pero en la mayor parte fueron recibidos con burlas y risas.
Pero el pueblo se burlaba de aquellos mensajeros de Dios, es decir, de los profetas, y no tenían respeto por la palabra del Señor. Por eso, llegó el día en que el Señor descargó su ira contra ellos, y ya no hubo más remedio.
»Pero ahora, quienes son menores que yo se burlan de mí, jovencitos cuyos padres no les llegaban ni a las pantorrillas de mis perros ovejeros.
Pero yo sólo soy un gusano y no un ser humano; la gente se burla de mí, el pueblo me desprecia.
Sus burlas me traspasan como fatal herida no se cansan de preguntarme burlándose: «¿Dónde está ese Dios tuyo?».
Echa fuera al insolente, y se acabarán los pleitos, la discordia y los insultos.
Y ahora, en medio de toda su aflicción, Jerusalén recuerda toda su historia de sufrimiento, como cuando cayó en poder del enemigo y nadie la ayudó, y cuando sus enemigos vieron su caída se burlaron de ella.
Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno con una esclava y otro con una mujer libre.
Y al igual que Ismael, el hijo que nació por decisión humana, persiguió a Isaac, el hijo que nació por obra del Espíritu, así también sucede ahora.
Otros sufrieron burlas y azotes, y hasta los encadenaron y encarcelaron.