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Éxodo 15:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Los caudillos de Edom están turbados. Los poderosos de Moab están angustiados; todos los habitantes de Canaán se derriten de miedo.

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces los caudillos de Edom se turbarán; A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor; Se acobardarán todos los moradores de Canaán.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los líderes de Edom están aterrados; los nobles de Moab tiemblan. Todos los que viven en Canaán se desvanecen;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

los jefes de Edom vacilan y los generales de Moab se asustan, se angustian los pobladores de Canaán:

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y se turbaron los caudillos de Edom, A los fuertes de Moab los asaltó el temblor, Y todos los moradores de Canaán se desmayaron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

los jefes de Edom se estremecieron, de los jefes de Moab se apoderó el espanto; todas las gentes de Canaán se desmoronan.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces los duques de Edom se asombrarán; temor se apoderará de los hombres valientes de Moab: Se abatirán todos los moradores de Canaán.

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Éxodo 15:15
24 Tagairtí Cros  

Los nietos de Esaú fueron jefes de los siguientes clanes: El clan de Temán, el clan de Omar, el clan de Zefo, el clan de Quenaz, el clan de Coré, el clan de Gatán, el clan de Amalec. Estos clanes estaban formados por los descendientes de Elifaz, el hijo mayor de Esaú y Ada, y vivían en la tierra de Edom.


Estos son los nombres de los clanes de Esaú, que vivieron en las localidades que llevan su nombre: El clan de Timná, el clan de Alvá, el clan de Jetet, el clan de Aholibama, el clan de Elá, el clan de Pinón, el clan de Quenaz, el clan de Temán, el clan de Mibzar, el clan de Magdiel y el clan de Iram. Estos son, pues, los nombres de los jefes de Edom, cada uno de los cuales dio su nombre a la región en que vivían (todos eran edomitas, descendientes de Edom, que es el mismo Esaú).


Entonces, aun los más valientes de ellos, los que son tan fieros como un león, se paralizarán de miedo. Porque todo Israel sabe cuán poderoso es su padre y cuán valientes son sus hombres.


Maravillados están ante el espectáculo; están aterrados y huyen,


Échalos como humo ante el viento. ¡Derrítelos como cera en el fuego! Que perezcan así los malvados ante la presencia de Dios.


Tienen los brazos paralizados de miedo; hasta los más recios corazones se derriten


Este es el mensaje de Dios respecto a Egipto: ¡Miren! ¡Cabalgando en veloz nube el Señor viene contra Egipto! ¡Los ídolos de Egipto tiemblan, los corazones de los egipcios se derriten de miedo!


¡Presas de temor están las ciudades de Jamat y Arfad, porque les llegó la noticia de su sentencia! Tienen el corazón latiendo acelerado por el miedo como si fuera un mar agitado.


Cuando te pregunten por qué sufres tanto, diles: “A causa de la espantosa noticia que Dios me ha dado. ¡Cuando se cumpla, aun el corazón del más plantado se derretirá de pavor y perderá toda su fuerza! ¡Todo ánimo se vendrá a los suelos, las rodillas más fuertes temblarán y se volverán endebles como el agua!”. Y el Señor Dios dice: “¡Tu condena ya viene, Israel, mi castigo por tu maldad e infidelidad está por llegar!”».


En poco tiempo la ciudad ha quedado como un matadero vacío. Los corazones laten acelerados de terror; tiemblan las rodillas; la gente se estremece de dolor y todos palidecen de espanto.


Si se detiene, entonces la tierra tiembla; lanza una mirada a las naciones, y estas se espantan. Ante él se desmoronan las viejas montañas y los cerros antiguos se derrumban. ¡Su poder es el mismo de siempre!


Veo a los habitantes de Cusán llenos de miedo y a los de Madián muertos de pavor.


Informa al pueblo que pasarán por el territorio de sus hermanos los edomitas, descendientes de Esaú, que viven en Seír; los edomitas sentirán temor, de modo que ¡cuidado!


¿Hay alguno que tiene miedo? Si tiene miedo, que se vaya a su casa, antes que contagie con su miedo al resto del ejército”.


pero los hermanos que fueron con nosotros atemorizaron al pueblo y lo desalentaron para que no entrara en la Tierra prometida. Pero por cuanto yo había seguido las órdenes del Señor mi Dios,


Esta noticia nos ha asustado. Nadie ha quedado con ánimo de pelear contra ustedes después de oír estas cosas, porque su Dios es el Dios supremo del cielo; no un dios ordinario.


«El Señor nos dará toda la tierra —dijeron—, porque el pueblo está muerto de miedo a causa de nosotros».


y les dijo: ―Sé perfectamente que su Dios les va a entregar mi país, y todos temblamos de miedo, especialmente nuestros gobernantes. Nos aterrorizamos con sólo oír la palabra Israel.


Cuando las naciones que estaban al oeste del río Jordán (los cananeos y los amorreos que vivían a lo largo de la costa del Mediterráneo) oyeron que el Señor había secado el río Jordán para que el pueblo de Israel pudiera cruzarlo, se les disipó completamente el valor y quedaron paralizados de temor.


Los centinelas de Saúl en Guibeá vieron como la muchedumbre filistea comenzó a esparcirse de forma confusa en todas direcciones.