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Éxodo 11:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Por eso, aunque Moisés y Aarón hicieron estos milagros delante del faraón, el Señor le endureció el corazón para que no dejara salir al pueblo.

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Biblia Reina Valera 1960

Y Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante de Faraón; pues Jehová había endurecido el corazón de Faraón, y no envió a los hijos de Israel fuera de su país.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Moisés y Aarón realizaron esos milagros en presencia del faraón, pero el Señor endureció el corazón del faraón, y no dejó salir de su territorio a los israelitas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pues, mientras Moisés y Aarón obraban todos estos prodigios delante de Faraón, Yavé lo mantenía en su negativa, y seguía negándose a que Israel saliera de su país.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y Moisés y Aarón hicieron todos aquellos prodigios ante Faraón. Pero YHVH había endurecido el corazón de Faraón y no dejaba salir de su país a los hijos de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Todos esos prodigios obraron Moisés y Aarón ante el Faraón. Pero Yahveh endureció el corazón del Faraón, y éste no dejó salir de su país a los israelitas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Moisés y Aarón hicieron todas estas maravillas delante de Faraón: y Jehová endureció el corazón de Faraón, y este, no dejó salir a los hijos de Israel de su tierra.

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Éxodo 11:10
17 Tagairtí Cros  

Porque su sabiduría es profunda y vasto su poder. ¿Quién logró jamás vencerlo?


Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y este no dejó salir al pueblo.


Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y este no los dejó salir.


El Señor les dijo a Moisés y a Aarón:


Pero yo sé que el faraón no les dará permiso, a menos que se haga sobre él mucha presión.


Y el Señor le dijo: ―Cuando hayas regresado a Egipto tienes que hacer delante del faraón los milagros que te mostré. Sin embargo, yo haré que el faraón se niegue a dejar salir al pueblo.


Pero yo haré que el faraón se niegue a hacerlo. Yo entonces multiplicaré mis milagros en la tierra de Egipto.


Pero el Señor endureció el corazón del faraón, quien persistió en su soberbia y se negó a oír, tal como ya el Señor lo había advertido.


Oh Señor, ¿por qué nos has endurecido el entendimiento, nos has hecho pecar y volvernos contra ti? ¡Regresa y ayúdanos, pues los que a ti pertenecemos te necesitamos tanto!


«Les ha cegado los ojos y les endureció el corazón, para que no puedan ver con los ojos, ni entiendan con el corazón ni se conviertan; y yo los sane».


Como ven, Dios se apiada de quien él quiere, y endurece a quien él quiere endurecer.


¿Acaso no tiene Dios el mismo derecho de desatar su ira y su poder contra los que merecían su castigo y estaban preparados para destrucción, con los cuales ya había sido muy paciente?


»Pero el rey Sijón se negó, porque el Señor nuestro Dios hizo que se endureciera, para poder destruir a Sijón con las manos de Israel como ahora ya lo ha hecho.


El Señor puso en los enemigos el deseo de pelear contra Israel en lugar de pedir la paz. Por eso los mataron sin misericordia, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.


No sean soberbios ni rebeldes como el faraón y los egipcios. Ellos no quisieron dejar salir a Israel hasta que Dios los destruyó con plagas terribles.