El Señor le dijo a Moisés: «Vuelve a hablar con el faraón. Pero yo lo he endurecido a él y a sus funcionarios, a fin de hacer nuevos milagros y demostrar mi poder.
Éxodo 10:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y este no dejó salir al pueblo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y este no dejó ir a los hijos de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el Señor nuevamente endureció el corazón del faraón, por lo cual no dejó salir al pueblo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Yavé hizo que Faraón continuara en su porfía y no dejara salir a Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH endureció el corazón de Faraón, y no dejó partir a los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero endureció Yahveh el corazón del Faraón, que no dejó partir a los israelitas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y este no dejó ir a los hijos de Israel. |
El Señor le dijo a Moisés: «Vuelve a hablar con el faraón. Pero yo lo he endurecido a él y a sus funcionarios, a fin de hacer nuevos milagros y demostrar mi poder.
El Señor envió un viento fuerte de occidente que hizo que las langostas fueran a dar al Mar Rojo, de modo que no quedó una sola langosta en Egipto.
Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y este no los dejó salir.
Por eso, aunque Moisés y Aarón hicieron estos milagros delante del faraón, el Señor le endureció el corazón para que no dejara salir al pueblo.
Pero yo sé que el faraón no les dará permiso, a menos que se haga sobre él mucha presión.
Y el Señor le dijo: ―Cuando hayas regresado a Egipto tienes que hacer delante del faraón los milagros que te mostré. Sin embargo, yo haré que el faraón se niegue a dejar salir al pueblo.
Pero el Señor endureció el corazón del faraón, quien persistió en su soberbia y se negó a oír, tal como ya el Señor lo había advertido.
Como ven, Dios se apiada de quien él quiere, y endurece a quien él quiere endurecer.
»Pero el rey Sijón se negó, porque el Señor nuestro Dios hizo que se endureciera, para poder destruir a Sijón con las manos de Israel como ahora ya lo ha hecho.