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Éxodo 1:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Entonces los egipcios esclavizaron a los hebreos, y les pusieron capataces muy crueles. Estos les asignaron la dura tarea de edificar las ciudades de Pitón y Ramsés, que eran las ciudades donde el rey almacenaba todas las provisiones.

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Por lo tanto, los egipcios esclavizaron a los israelitas y les pusieron capataces despiadados a fin de subyugarlos por medio de trabajos forzados. Los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento para el rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Les pusieron entonces capataces a los israelitas, para sobrecargarlos con duros trabajos. Edificaron así para Faraón las ciudades de almacenamiento: Pitom y Ramsés.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces les impusieron capataces de trabajos forzados para que los abrumaran con sus cargas. Así se edificaron para Faraón las ciudades almacenes de Pitón y Rameses.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y les impusieron capataces de prestaciones personales para oprimirlos con duros trabajos. Así construyeron para el Faraón las ciudades granero de Pitom y Ramsés.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos para que los oprimieran con sus cargas. Y edificaron para Faraón las ciudades de abastecimiento, Pitón y Ramesés.

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Éxodo 1:11
21 Tagairtí Cros  

Entonces el Señor le dijo: ―Abram, ten la seguridad de que tus descendientes van a vivir como esclavos en una tierra extraña, y los tratarán mal durante unos cuatrocientos años.


José, pues, les dio la tierra de Ramsés, de acuerdo con lo que el faraón le había ordenado.


También edificó ciudades para almacenar alimentos, ciudades en las que guardaba sus carros de guerra, ciudades que sirvieron de habitación para sus jinetes y conductores de carros, y ciudades diversas cerca de Jerusalén, en la montaña del Líbano y en todo lugar de su dominio.


Ben Adad accedió a la solicitud del rey Asá. Así que movilizó sus ejércitos para atacar a Israel. Destruyeron las ciudades de Iyón, Dan, Abel Mayin y todos los centros de aprovisionamiento de Neftalí.


Reconstruyó Tadmor, en el desierto, y todas las ciudades cercanas a Jamat, las cuales usaba como centros de abastecimiento.


Andaban siempre de nación en nación y de reino en reino,


Desde mi juventud mis enemigos me han perseguido —que lo repita ahora Israel—


Desde mi juventud mis enemigos me han perseguido, pero no han logrado acabar conmigo.


Aunque viven entre los rebaños, ahora están cubiertas con oro y plata, como las palomas están cubiertas con sus alas.


«Ahora aliviaré tu hombro de su carga; liberaré tus manos de sus pesadas tareas».


Un día, cuando Moisés ya había crecido, salió a visitar a los hebreos y vio la terrible condición en que se encontraban. Durante esta visita vio que un egipcio golpeaba a un hebreo, ¡a un compatriota suyo!


―He visto los profundos sufrimientos de mi pueblo en Egipto —le dijo el Señor—, y he oído sus oraciones en que piden liberación de sus duros capataces.


Los cuadrilleros y los capataces le informaron al pueblo: ―El faraón ha dado órdenes de que no les proporcionemos la paja para los ladrillos. Deben ir ustedes mismos a buscarla a donde puedan. Y deberán producir tantos ladrillos como antes.


Los capataces fueron a quejarse al faraón, y le rogaron: ―¡No nos traten así!


La ira es cruel y agobiante el enojo, pero ¿quién puede enfrentarse a la envidia?


Nuestros antepasados tuvieron que emigrar a Egipto y se quedaron allí por mucho tiempo, y luego los egipcios los esclavizaron.


Los egipcios nos maltrataron y nosotros clamamos al Señor Dios de nuestros antepasados. Él nos oyó y vio nuestros trabajos, sufrimientos y opresiones,