Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Salmos 102:2 - Biblia Martin Nieto

Señor, escucha mi plegaria, llegue hasta ti mi grito;

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

No te alejes de mí en el tiempo de mi angustia. Inclínate para escuchar y no tardes en responderme cuando te llamo.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

No me escondas tu cara en el día de mi desgracia, vuelve tus oídos hacia mí el día que te invoco, apresúrate en responderme.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

¡No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia! ¡Inclina a mí tu oído! ¡Respóndeme pronto el día en que te invoco!

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Señor, escucha mi plegaria, que a ti llegue mi clamor.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No escondas de mí tu rostro: en el día de mi angustia inclina a mí tu oído; en el día que te invocare, apresúrate a responderme.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Salmos 102:2
21 Tagairtí Cros  

Si él sigue inmóvil, ¿quién puede conmoverle? Si retira su rostro, ¿quién puede percibirle? Pero aún sigue vigilando sobre naciones e individuos,


¿Por qué mi ofensa no toleras y no ignoras mi delito?


si escondes tu rostro, se acobardan; si retiras tu soplo, expiran y retornan al polvo;


Date prisa, Señor, respóndeme, que me falta el aliento; no me escondas tu rostro, como a los que bajan a la tumba.


se reparten mi ropa y se sortean mi túnica.


no me ocultes tu rostro, no rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio, no me abandones, no me dejes, oh Dios, salvador mío.


A ti, Señor, me acojo; que jamás quede yo defraudado; libérame, pues tú eres justo;


me asaltan desgracias incontables, me asedian mis culpas y ya no puedo ver; son más que los pelos de mi cabeza, y el corazón me falla.


Respóndeme, Señor, pues tú eres todo bondad y amor, con tu inmensa piedad vuelve hacia mí tus ojos;


Al maestro de coro. De David. En memoria


libérame, sálvame, pues tú eres justo; atiéndeme, ven corriendo a liberarme;


Entretanto, y después de mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Los israelitas, que seguían gimiendo bajo la dura esclavitud, clamaron, y su clamor, provocado por la esclavitud, subió hasta Dios.


Dios oyó su gemido y se acordó de su pacto con Abrahán, Isaac y Jacob.


Si pasas por las aguas, yo estaré contigo; si por ríos, no te ahogarás. Si caminas por el fuego, no te quemarás, y las llamas no te abrasarán.


Incluso antes de que llamen yo responderé, y estando aún hablando serán escuchados.


Con ansia espero en el Señor, que ha ocultado su rostro a la casa de Jacob; en él confío.


No os ha llegado ninguna prueba insuperable. Dios es fiel y no permitirá que seáis sometidos a pruebas superiores a vuestras fuerzas; ante la prueba os dará fuerza para superarla.