Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Proverbios 20:6 - Biblia Martin Nieto

Muchos hombres se proclaman hombres de bien, pero un hombre fiel, ¿quién lo encontrará?

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Muchos se dicen ser amigos fieles, ¿pero quién podrá encontrar uno realmente digno de confianza?

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

De mucha gente se dice que son buenos, pero ¿quién hallará a un hombre fiel?

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Muchos proclaman sus propias bondades, Pero un hombre de fiar, ¿quién lo hallará?

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Muchos hombres se proclaman amigos; pero un hombre fiel, ¿quién lo hallará?

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad; pero hombre fiel ¿quién lo hallará?

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Proverbios 20:6
16 Tagairtí Cros  

Al maestro de coro. En octava. Salmo de David


Auxilio, Señor, que ya no hay hombres fieles, la lealtad ya no existe entre los hombres;


El consejo está en el corazón humano como agua profunda, el hombre inteligente sabe sacarlo.


Nubes y viento, pero sin lluvia, tal es el hombre que presume de dar, pero no da.


Que te alabe otro, pero no tu boca; un extraño, pero no tus labios.


Todavía la busco, pero no la encuentro. Un hombre entre mil, yo lo encuentro; una mujer entre todas, no la encuentro.


Recorred las calles de Jerusalén, mirad, informaos bien, buscad por sus plazas, a ver si encontráis un hombre, uno solo que practique la justicia, que busque la verdad, y yo perdonaré a esta ciudad.


¡Ay de mí, que soy como un espigador en verano, como un rebuscador tras la vendimia! No hay un racimo que comer, ni un higo temprano que apetezco tanto.


La lealtad ha desaparecido del país, no queda un hombre justo. Todos acechan para verter sangre; el hermano a su hermano para ponerle trampas.


'Por tanto, cuando des limosna, no toques la trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que los hombres los alaben. Os aseguro que ya recibieron su recompensa.


El fariseo, de pie, hacía en su interior esta oración: Dios mío, te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano;


Entonces Pedro le dijo: 'Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido'.


Yo os digo que les hará justicia prontamente. Pero el hijo del hombre, cuando venga, ¿encontrará fe en la tierra?'.


Pero él le dijo: 'Señor, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel y hasta a la muerte'.


Jesús vio a Natanael, que se le acercaba, y dijo de él: 'Éste es un israelita auténtico, en el que no hay engaño'.


He hecho el tonto, pero vosotros me obligasteis. Pues debíais alabarme, ya que en nada les fui en zaga a los más eximios apóstoles, aunque nada soy.