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Proverbios 13:3 - Biblia Martin Nieto

El que vigila su boca conserva su vida, el que abre mucho sus labios se pierde.

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Biblia Reina Valera 1960

El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los que controlan su lengua tendrán una larga vida; el abrir la boca puede arruinarlo todo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El que vigila sus palabras tendrá larga vida, el que habla sin parar, se perjudicará.

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La Biblia Textual 3a Edicion

El que guarda su boca guarda su alma, Pero el que suelta sus labios tendrá calamidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Quien vigila su boca guarda su vida, quien mucho habla se perderá.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El que guarda su boca guarda su alma; pero el que mucho abre sus labios tendrá destrucción.

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Proverbios 13:3
18 Tagairtí Cros  

Pon, Señor, en mi boca un centinela, un guardia en la puerta de mis labios;


¿Quién es el que ama la vida y quiere vivir años felices?


Al maestro de coro. De Idutún. Salmo de David


Los sabios atesoran la ciencia, pero la boca del insensato es un peligro inminente.


En el mucho hablar no falta el pecado, el que frena sus labios es prudente.


El sabio de corazón acepta los preceptos, mas el insensato deslenguado corre al precipicio.


Por las faltas de sus labios se enreda el criminal, el justo se libra de la tribulación.


Desea el perezoso, pero en vano; el deseo de los diligentes será saciado.


La boca del insensato es la vara para su propia espalda, pero los labios de los sabios les protegen.


La muerte y la vida están en poder de la lengua, los que la usan comerán de su fruto.


La boca del necio es su ruina, sus labios son un lazo para su propia vida.


El chismoso revela los secretos, no tengas trato con el que habla demasiado.


El que guarda su boca y su lengua se preserva a sí mismo de angustias.


El que cree que es religioso, pero no refrena su lengua, se engaña a sí mismo y su religiosidad no vale para nada.


Él respondió: 'Si me atasen fuertemente con sogas nuevas que nunca se hayan usado, perdería mi fuerza y sería como otro hombre cualquiera'.


le dijo la verdad: 'No me he cortado nunca el cabello, porque estoy consagrado a Dios desde el vientre de mi madre. Si me lo cortasen, perdería toda mi fuerza y sería como otro hombre cualquiera'.