Designado como pasto de buitres, sabe que el día tenebroso está encima.
Proverbios 10:3 - Biblia Martin Nieto El Señor no deja al justo sufrir hambre, pero rechaza la codicia del malvado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jehová no dejará padecer hambre al justo; Mas la iniquidad lanzará a los impíos. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor no dejará que el justo pase hambre, pero se niega a satisfacer los antojos del perverso. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé no quiere que el justo padezca de hambre, pero deja a los malvados insatisfechos. La Biblia Textual 3a Edicion YHVH no deja padecer hambre al alma del justo, Pero impide que se sacie la avidez de los malvados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh no permite el hambre del justo, pero rechaza la codicia de los malvados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jehová no dejará padecer hambre al alma del justo; mas arrojará la sustancia de los impíos. |
Designado como pasto de buitres, sabe que el día tenebroso está encima.
Durante el hambre te salvará de la muerte, y en la guerra del golpe de la espada.
Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano.
El criminal, al verlo, se enfurece, se consume de rabia, rechinando los dientes. El propósito del criminal será un fracaso.
no pasarán vergüenza en tiempos de desgracia, en los días de escasez no pasarán hambre.
Fui joven y ya soy viejo; y nunca vi al justo abandonado ni a sus hijos pidiendo limosna.
Confía en el Señor y haz el bien, para habitar en tu tierra y vivir tranquilo;
El justo come hasta saciar su apetito, pero el vientre del delincuente sufre hambre.
El injusto es arrastrado por su propia injusticia; pero el justo encuentra refugio en su justicia.
El hombre envidioso suscita querellas, el que confía en el Señor prosperará.
El que aparta su oído para no escuchar la ley, incluso su oración es un sacrilegio.
ése morará en lugar excelso, ciudadela escarpada será su refugio, tendrá pan y no le faltará agua.
Ni la plata ni el oro que poseen podrán salvarlos. En el día de la ira del Señor la tierra entera será devorada por el fuego de su celo, pues él destruirá y exterminará de improviso a todos los habitantes de la tierra.