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Sofonías 1:18 - Biblia Martin Nieto

18 Ni la plata ni el oro que poseen podrán salvarlos. En el día de la ira del Señor la tierra entera será devorada por el fuego de su celo, pues él destruirá y exterminará de improviso a todos los habitantes de la tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Ni su plata ni su oro los salvará en el día de la ira del Señor. Pues toda la tierra será devorada por el fuego de su celo. Él dará un final aterrador a toda la gente de la tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Ni su oro ni su plata los lograrán salvar cuando estalle la cólera de Dios y consuma en el fuego de su celo al país de Judá y destruya sin dejar rastro siquiera a todos los que habitan esa tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de YHVH, cuando el fuego de su celo consuma toda la tierra, porque de cierto exterminará repentinamente a todos los habitantes de la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Ni su plata ni su oro podrán salvarlos en el día de la ira de Yahveh. Por el fuego de su celo será devorada toda la tierra, porque él aniquilará de modo repentino y terrible a todos los habitantes de la tierra.

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Sofonías 1:18
40 Tagairtí Cros  

dijo: 'Exterminaré de la superficie de la tierra al hombre que he creado, hombres y animales, reptiles y aves del cielo, todo lo exterminaré, pues me pesa haberlos hecho'.


Judá hizo lo que es malo a los ojos del Señor, y provocaron su enojo con los pecados que cometieron, más que lo hicieron sus padres.


El malvado es respetado en el día del desastre, el día de la ira se ve libre.


o con los príncipes que poseen oro y tienen llenas de plata sus moradas.


le indignaron con sus colinas, con sus ídolos excitaron sus celos.


¿Hasta cuándo, Señor, tu ira, que no termina nunca; tu celo, que quema como un fuego?


En el día de la ira las riquezas de nada sirven, pero la justicia libra de la muerte.


La hacienda del rico es su fuerte ciudadela, en su pensamiento es como una muralla elevada.


Por eso dice el Señor todopoderoso, el Fuerte de Israel: ¡Ah, yo me vengaré de mis adversarios, daré cuenta de mis enemigos!


La luz de Israel se hará un fuego y su Santo una llama que prenderá y devorará sus abrojos y sus cardos en un día.


¿Qué vais a hacer el día de la invasión y de la catástrofe que se acerca de lejos? ¿A quién acudiréis para lograr socorro? ¿Dónde dejaréis vuestras riquezas?


Por eso, esto dice el Señor: He aquí que mi cólera, mi furor, se va a desencadenar sobre este lugar, sobre los hombres y los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra. Y quemará sin apagarse.


Y yo haré cesar en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén los gritos de júbilo y algazara, los cantos del esposo y de la esposa, porque el país se convertirá en una desolación.


¿Qué sabio hay que comprenda esto? ¿A quién se lo ha dicho la boca del Señor? Que lo publique, ¿por qué el país está perdido, abrasado como el desierto, por donde nadie pasa?


Te impondré el castigo reservado a las adúlteras y a las homicidas y te abandonaré a la saña y a los celos.


Desencadenaré mis celos contra ti y te tratarán con furor; te arrancarán la nariz y las orejas, y lo que quede de tu descendencia caerá a espada. Se llevarán a tus hijos y a tus hijas, y lo que en ti quede será pasto del fuego.


y la violencia se ha hecho cetro de la injusticia. Nada quedará de ello, ni de su riqueza, ni de su esplendor, ni de su magnificencia.


Tirarán su plata por las calles y su oro se convertirá en basura. Su plata y su oro no lograrán salvarlos en el día de la ira del Señor. No saciarán con ello su hambre ni llenarán su estómago, porque fueron incentivo a su pecado.


Esto dice el Señor: ¡Desventura, desventura!


¡Gemid, habitantes del Mortero!, pues todos los mercaderes han perecido, los que trafican con dinero han sido aniquilados.


Día de ira será el día aquel, día de tribulación y de angustia, día de calamidad y de miseria, día de tinieblas y de oscuridad, día de nubes y espesos nubarrones,


antes que el decreto se cumpla y paséis aquel día como paja, antes que caiga sobre vosotros el furor de la ira del Señor, antes que os sobrevenga el día de la ira del Señor.


Por eso, espérame - dice el Señor- el día en que me levante como testigo de cargo. Porque he decidido reunir a las gentes, congregar a los reinos, para derramar sobre ellos mi ira, todo el furor de mi cólera; por el fuego de mi celo será devorada toda la tierra.


¿Qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué dará el hombre a cambio de su vida?


¿O queremos provocar celos al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?


Pero aquel día montaré en cólera contra él, lo abandonaré y me esconderé de él. Un cúmulo de males y desgracias lo asaltará para devorarlo. Entonces dirá: Mi Dios ya no está conmigo; por eso me ocurren estas desgracias.


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