Nahúm 2:8 - Biblia Martin Nieto Llevan cautiva a la reina con sus damas, que gimen como palomas y se golpean el pecho. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Fue Nínive de tiempo antiguo como estanque de aguas; pero ellos huyen. Dicen: ¡Deteneos, deteneos!; pero ninguno mira. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Nínive es como una represa agrietada que deja escapar a su gente! «¡Deténganse, deténganse!», grita alguien, pero nadie siquiera mira hacia atrás. Biblia Católica (Latinoamericana) La diosa es sacada afuera y va al exilio,
y sus siervas lloran
y gimen como palomas,
y se dan golpes en el pecho. La Biblia Textual 3a Edicion Nínive es un estanque cuyas aguas se escapan. Gritan: ¡Deteneos! ¡Deteneos! Pero nadie vuelve atrás. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La reina es desnudada y deportada; sus sirvientas, sollozando, gimiendo como palomas, se dan golpes de pecho. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fue Nínive de tiempo antiguo como estanque de aguas; mas ellos huyen: Parad, parad; y ninguno mira. |
Entonces, como una gacela asustada, como ganado que ninguno recoge, se volverá cada uno a su pueblo, cada cual huirá a su país.
Pío como la golondrina, gimo como la paloma. Se consumen mis ojos de mirar a lo alto. Señor, en angustia estoy; sé tú mi valedor.
Estás cansada de tantos consejeros. ¡Levántense, pues, y sálvense los que miden el cielo, los que observan las estrellas y anuncian para cada mes lo que va a suceder!
¡Salid de Babilonia, huid de los caldeos! Con gritos de júbilo anunciad y proclamad esto, publicadlo hasta los confines de la tierra. Decid: El Señor ha redimido a su siervo Jacob.
Gruñimos todos como osos, gemimos como palomas, esperamos el derecho, pero ¡nada!; la justicia, y sigue lejos de nosotros.
¿Qué veo? Están asustados, retroceden; los más valientes son despedazados, huyen a la desbandada sin volver la cabeza. ¡Terror por todas partes! -dice el Señor-.
al sonar de los cascos de sus caballos, al trepidar de sus carros, al estrépito de sus ruedas. Los padres no se vuelven ya a sus hijos, sus brazos se desploman
Exterminad de Babilonia al sembrador y al que empuña la hoz en tiempo de la siega. Ante la espada destructora, cada uno hacia su pueblo se dirija, cada cual escape a su país.
¡Oh, tú que moras a orillas de aguas abundantes, cuajada de tesoros, ha llegado tu fin, el término de tu destino!
Han dejado de luchar los guerreros de Babilonia, se han refugiado en las fortalezas; están agotadas sus fuerzas, se han convertido en mujeres. Han sido incendiadas sus moradas, hechos pedazos sus cerrojos.
Tus guardianes son como las langostas; tus funcionarios como enjambres de insectos, que se posan en las tapias en los días de frío. Sale el sol y levantan el vuelo sin que se sepa dónde han ido.
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas vino a decirme: 'Ven, que te voy a enseñar la sentencia de la gran prostituta que está sentada sobre las vastas aguas,
El ángel me dijo: 'Las aguas que has visto, sobre las que se sienta la prostituta, son los pueblos, las muchedumbres, las naciones y las lenguas.