Mateo 26:39 - Biblia Martin Nieto Avanzó unos pasos más, cayó de bruces y se puso a orar así: 'Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Biblia Nueva Traducción Viviente Él se adelantó un poco más y se inclinó rostro en tierra mientras oraba: «¡Padre mío! Si es posible, que pase de mí esta copa de sufrimiento. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía». Biblia Católica (Latinoamericana) Fue un poco más adelante y, postrándose hasta tocar la tierra con su cara, oró así: 'Padre, si es posible, que esta copa se aleje de mí. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú. La Biblia Textual 3a Edicion Y yendo un poco más adelante, cayó sobre su rostro, y orando dijo: ¡Padre mío, si es posible pase de mí esta copa!° pero no como Yo quiero, sino como Tú. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba diciendo: '¡Padre mío: si es posible, que pase de mí este cáliz! Pero no sea como yo quiero sino como quieres tú'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y yendo un poco más adelante, se postró sobre su rostro, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya. |
Pero si dice que no le agrado, aquí me tiene; que haga conmigo lo que quiera'.
David levantó los ojos y vio al ángel del Señor que estaba entre la tierra y el cielo, con la espada desenvainada en su mano y vuelta hacia Jerusalén. El rey y los ancianos, vestidos de saco, cayeron con sus rostros en tierra,
El Señor Dios me ha abierto el oído y yo no he resistido, no me he echado atrás.
Por eso le daré en herencia multitudes, y gente innumerable recibirá como botín, pues se entregó indefenso a la muerte y fue contado entre los malhechores, él, que llevaba los pecados de muchos e intercedía por los malhechores.
semejante al arco iris que aparece en las nubes en un día de lluvia; tal era el fulgor que despedía. Esta visión era como la imagen de la gloria del Señor. A su vista yo caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba.
Moisés y Aarón se postraron en tierra delante de toda la comunidad israelita.
Cayeron sobre sus rostros y dijeron: '¡Oh, Dios, Dios del espíritu de todo viviente! ¿Ha pecado uno solo, y tú te irritas contra toda la comunidad?'.
Jesús respondió: 'No sabéis lo que pedís. ¿Podréis beber el cáliz que yo he de beber?'. Contestaron: 'Podemos'.
Surgirán falsos mesías y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios para engañar, si fuera posible, aun a los mismos elegidos.
De nuevo, por segunda vez, se fue a orar, diciendo: 'Padre mío, si no es posible que este cáliz pase sin que yo lo beba, hágase tu voluntad'.
Surgirán falsos mesías y falsos profetas, y harán señales y prodigios para engañar, si fuera posible, aun a los mismos elegidos.
Entonces quitaron la piedra. Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: 'Padre, te doy gracias porque me has escuchado.
pero debe ser así para que el mundo conozca que yo amo al Padre y que hago lo que el Padre me ha ordenado. Levantaos, vámonos de aquí'.
Jesús dijo a Pedro: 'Mete la espada en la vaina; ¿es que no tengo que beber el cáliz que me da el Padre?'
Jesús les dijo: 'Os aseguro que el hijo no puede hacer nada de por sí que no vea hacerlo al Padre, y lo que éste hace lo hace igualmente el hijo.
Yo no puedo hacer nada por mí mismo. Yo juzgo como me ordena el Padre, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
Tan pronto como entró Pedro, Cornelio le salió al encuentro, cayó a sus pies y le adoró.
y, en su condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Él, en los días de su vida mortal, presentó con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte, y fue escuchado en atención a su obediencia;
Yo caí a sus pies para adorarle, pero él me dijo: 'No lo hagas; yo soy un siervo como tú y tus hermanos, que dan el testimonio de Jesús. Adora a Dios' (dar testimonio de Jesús es tener espíritu de profecía).