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Hebreos 5:7 - Biblia Martin Nieto

7 Él, en los días de su vida mortal, presentó con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte, y fue escuchado en atención a su obediencia;

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Biblia Reina Valera 1960

7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Mientras estuvo aquí en la tierra, Jesús ofreció oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte. Y Dios oyó sus oraciones por la gran reverencia que Jesús le tenía.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 En los días de su vida mortal presentó ruegos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte; éste fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Quien en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte,° fue oído a causa de su sumisión.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Cristo, en los días de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial.

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Hebreos 5:7
38 Tagairtí Cros  

Que lo alaben los fieles del Señor, que lo glorifique la raza de Jacob, que lo adore la raza de Israel;


Al maestro de coro. Según 'Lirio'. De David


Cántico. Salmo de los hijos de Coré. Del maestro de coro. Para la enfermedad. Para cantar. Maskil de Hemán, el ezrajita.


Esto dice el Señor: En el tiempo de la gracia te he atendido, el día de la salvación te he ayudado, te he formado y te he puesto como alianza del pueblo para reconstruir el país, para repartir heredades devastadas


Después de las penas de su alma, verá la luz y quedará colmado. Por sus sufrimientos mi siervo justificará a muchos y cargará sobre sí las iniquidades de ellos.


Despreciado, desecho de la humanidad, hombre de dolores, avezado al sufrimiento, como uno ante el cual se oculta el rostro, era despreciado y desestimado.


La presentará a los hijos de Aarón, los sacerdotes; tomará un puñado de flor de harina con aceite y todo el incienso, y el sacerdote lo quemará sobre el altar como memorial. Es una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor.


Hacia las tres de la tarde Jesús gritó con fuerte voz: 'Elí, Elí, lemá sabactani?' (que quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?).


Y Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, expiró.


Y hacia las tres de la tarde Jesús gritó con fuerte voz: 'Eloí, Eloí, lemá sabaktani', que quiere decir: '¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?'.


Pero Jesús, lanzando un gran grito, expiró.


Y Jesús, con fuerte voz, dijo: 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu'. Dijo esto y expiró.


Y aquel que es la Palabra / se hizo carne, / y habitó entre nosotros, / y nosotros vimos su gloria, / gloria cual de unigénito / venido del Padre, / lleno de gracia y de verdad. /


Yo bien sabía que siempre me escuchas; pero lo he dicho por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado'.


Así habló Jesús. Luego, levantando sus ojos al cielo, dijo: 'Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu hijo, para que tu hijo te glorifique a ti,


En efecto, lo que la ley era incapaz de hacer, debido a los bajos instintos del hombre, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo en condición semejante a la del hombre pecador, como sacrificio por el pecado y para condenar el pecado en su misma naturaleza humana.


Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley,


Y sin duda alguna es grande el misterio de nuestra religión: 'Que se ha manifestado como hombre, ha sido acreditado por el Espíritu, se ha mostrado a los ángeles, ha sido anunciado a las naciones, creído en el mundo, elevado a la gloria'.


Y en virtud de esta voluntad nosotros somos santificados, de una vez para siempre, por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo.


Por eso, al entrar en este mundo, Cristo dijo: No has querido sacrificios ni ofrendas, pero en su lugar me has formado un cuerpo.


Por la fe Noé, divinamente advertido acerca de las cosas que todavía no se veían, movido de un religioso temor, construyó un arca para salvar a su familia; por la fe condenó al mundo y se convirtió en heredero de la justicia que se obtiene por la fe.


Así pues, puesto que entramos en posesión de un reino inmutable, retengamos firmemente la gracia, y por ella ofrezcamos a Dios un culto agradable con reverencia y con respeto.


El Dios de la paz, que por la sangre de la alianza eterna resucitó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesucristo,


Pues de la misma manera que los hijos participan de la misma carne y sangre, también él participó de modo parecido, para reducir a la impotencia mediante la muerte a aquel que tiene el imperio de la muerte, es decir, al diablo,


y el que no confiesa a Jesús no es de Dios, sino del anticristo, del cual habéis oído decir que estaba para venir y ya está en el mundo.


Porque han irrumpido en el mundo muchos seductores, que no confiesan a Jesús como el mesías hecho hombre. Ése es el seductor, el anticristo.


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