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Mateo 2:18 - Biblia Martin Nieto

Una voz se oyó en Ramá, llanto y lamento grande.

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Biblia Reina Valera 1960

Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«En Ramá se oyó una voz: llanto y gran lamento. Raquel llora por sus hijos; se niega a que la consuelen, porque están muertos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En Ramá se oyeron gritos, grandes sollozos y lamentos: es Raquel que llora a sus hijos; éstos ya no están, y no quiere que la consuelen.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Una voz fue oída en Ramá, Llanto y gran lamentación: Raquel llorando por sus hijos, Y no quería ser consolada, porque ya no existen.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Una voz se oyó en Ramá, alaridos y grandes lamentos: Raquel está llorando a sus hijos, y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Voz fue oída en Ramá, lamentación, lloro y gemido grande, Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron.

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Mateo 2:18
12 Tagairtí Cros  

regresó adonde sus hermanos y dijo: '¡El muchacho no está allí! ¿Adónde iré yo?'.


Jacob les dijo: 'Me vais a dejar sin hijos. José desapareció, Simeón también, ¿y queréis llevarme a Benjamín? ¡Todo está contra mí!'.


Pero si el humano muere, todo acaba; al expirar el hombre, ¿qué es de él?


Esto dice el Señor: Un grito se ha oído en Ramá, un lamento, llanto amargo: es Raquel, que llora a sus hijos, y no quiere consolarse de sus hijos porque ya no existen.


Sí, oigo gritos como de mujer en parto, angustias como de primeriza. Son los gritos de la hija de Sión, que gime y alarga las manos. '¡Ay de mí, que voy a sucumbir bajo los golpes de los asesinos!'.


Lo desenrolló ante mi vista. Estaba escrito por dentro y por fuera, y contenía lamentaciones, gemidos y ayes.


Y se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías:


Todos lloraban y se lamentaban por ella; pero él dijo: 'No lloréis, porque no está muerta; está dormida'.


En mi visión oí un águila que volaba por medio del cielo y gritaba con voz potente: '¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra tan pronto como suenen las trompetas que los tres ángeles van a tocar!'.