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Juan 3:11 - Biblia Martin Nieto

Te aseguro que hablamos de lo que sabemos y atestiguamos lo que hemos visto, y, a pesar de todo, no aceptáis nuestro testimonio.

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Biblia Reina Valera 1960

De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Te aseguro que les contamos lo que sabemos y hemos visto, y ustedes todavía se niegan a creer nuestro testimonio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En verdad te digo que nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos, y no recibís nuestro testimonio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

De verdad, te aseguro: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto; pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto testificamos, y no recibís nuestro testimonio.

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Juan 3:11
31 Tagairtí Cros  

¿Por qué, cuando vine, no encontré a nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Sería acaso mi brazo demasiado corto para libertar o me faltaría fuerza para salvar? Con una amenaza seco yo el mar, convierto los ríos en desierto; y sus peces, por falta de agua, se amustian y mueren de sed.


¿Quién creerá lo que oímos decir? ¿A quién se ha manifestado el poder del Señor?


Yo le he puesto como testigo para los pueblos, caudillo y señor de las naciones.


He tendido sin cesar mis manos hacia un pueblo rebelde, que caminaba por el mal camino tras sus propios caprichos;


Mi Padre me ha confiado todas las cosas; nadie conoce perfectamente al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera manifestar.


'¡J erusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de las alas y no has querido!


Mi Padre me ha confiado todas las cosas; nadie conoce al hijo sino el Padre; y nadie conoce al Padre sino el hijo y aquel a quien el hijo se lo quiera manifestar'.


Vino a los suyos, / y los suyos no lo recibieron. /


A Dios nadie lo ha visto jamás; / el Hijo único, que está en el Padre, / nos lo ha dado a conocer.


porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me ha enviado me ha ordenado lo que tengo que decir y enseñar,


El que no me ama no guarda mi doctrina; y la doctrina que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado'.


Si os hablo de cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo me creeríais si os hablara de cosas celestiales?


Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el hijo del hombre, que está en el cielo.


Jesús le respondió: 'Te aseguro que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios'.


Jesús respondió: 'Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.


Yo he venido en nombre de mi Padre, y vosotros no me aceptáis; si otro viniera en su propio nombre, a ése lo aceptaríais.


Jesús les respondió: 'Esta doctrina no es mía, sino del que me ha enviado.


Jesús les respondió: 'Aunque yo dé testimonio de mí mismo, mi testimonio es válido, porque si de dónde vengo y adónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo y adónde voy.


Tengo muchas cosas que decir y condenar de vosotros; pero el que me envió es veraz, y yo digo al mundo lo que le he oído a él'.


Yo os digo lo que he visto junto al Padre, y vosotros hacéis lo que habéis aprendido de vuestro padre'.


y vi al Señor, que me decía: Date prisa y sal pronto de Jerusalén, porque no recibirán tu testimonio acerca de mí.


para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este siglo para que no brille el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.


y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos y el rey de los reyes de la tierra. A aquel que nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados con su propia sangre,


Escribe al ángel de la Iglesia de Laodicea: Esto es lo que dice el amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios.