porque se tendrá noticia de tu nombre grandioso, de la fuerza de tu mano y del poder de tu brazo; si viene a orar en este templo,
Jonás 2:4 - Biblia Martin Nieto Tú me arrojaste en el abismo, en el fondo del mar, y las olas me envolvieron; todo tu oleaje, todas tus ondas han pasado sobre mí. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos; Mas aún veré tu santo templo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces dije: “Oh Señor, me has expulsado de tu presencia; aun así volveré a mirar hacia tu santo templo”. Biblia Católica (Latinoamericana) Me habías arrojado en el corazón del mar,
y la corriente me cercaba,
tus olas y tus remolinos pasaban sobre mí. La Biblia Textual 3a Edicion Me dije: Desechado soy de tu presencia, ¿Cómo podré volver a contemplar tu santa Casa? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me arrojaste al abismo, al seno de los mares, y la corriente me envolvió; todas tus olas, tu oleaje, cargaron sobre mí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos: Mas aún veré tu santo templo. |
porque se tendrá noticia de tu nombre grandioso, de la fuerza de tu mano y del poder de tu brazo; si viene a orar en este templo,
si se convierten a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de su cautividad, a la que han sido deportados; si rezan vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad que tú has elegido y hacia el templo que yo he construido a tu nombre,
exterminaré a Israel de la tierra que les he dado y retiraré de mi presencia el templo que he consagrado a mi nombre, e Israel será irrisión y burla de todos los pueblos.
si se convierten a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de su cautividad, a la que han sido deportados; si rezan, vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia el templo que yo he construido a tu nombre,
Bendito sea el Señor, pues su amor me hizo un milagro en una ciudad amurallada.
Un abismo llama a otro abismo al fragor de tus cascadas; todas tus olas y tus crestas pasaron sobre mí.
llevas a la ruina a los mentirosos, al hombre explotador y fraudulento el Señor lo detesta.
me han recluido entre los muertos, como los que cayeron y yacen en la tumba, de los que no te acuerdas más, que están dejados de tu mano.
Me has puesto en lo más hondo de la fosa, en la profundidad y en las tinieblas del abismo;
Oh, sí, en salud se cambia mi amargura. Tú has salvado mi vida de la fosa vacía, te has echado a las espaldas todos mis pecados.
Sión decía: El Señor me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí.
El Señor me dijo: 'Aunque se presentaran ante mí Moisés y Samuel, mi alma no se inclinaría hacia este pueblo. Échalos de mi presencia, que se vayan.
Os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la estirpe de Efraín.
Y me dijo: 'Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos andan diciendo: ¡Se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, estamos perdidos para siempre!
El rey Darío, siguiendo el consejo, firmó el documento de prohibición.
Bajaba hasta las raíces de los montes. Yo ya me veía su eterno prisionero; pero tú, Señor, Dios mío, me salvaste de la muerte.