Todo Israel trasladó el arca de la alianza del Señor en medio de aclamaciones al son de las bocinas, las trompetas, los címbalos, las liras y las cítaras.
Joel 2:1 - Biblia Martin Nieto ¡Tocad la trompeta en Sión, dad la alarma sobre mi monte santo; tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el día del Señor, porque está cerca! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Toquen las trompetas en Jerusalén! ¡Den la alarma en mi monte santo! Que todos tiemblen de miedo porque está cerca el día del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Toquen la trompeta en Sión! Den la alarma en mi monte santo. ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque está cerca el día de Yavé: ¡Ahí viene! La Biblia Textual 3a Edicion ¡Soplad el shofar° en Sión! ¡Suene la alarma° en mi santo monte! ¡Tiemblen todos los moradores de esta tierra! Porque ya está cerca el día de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Tocad la trompeta en Sión, dad la alarma en mi monte santo! ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el día de Yahveh; sí, ya está cerca! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tocad la trompeta en Sión, y sonad alarma en mi santo monte: tiemblen todos los moradores de la tierra; porque viene el día de Jehová, porque está cercano. |
Todo Israel trasladó el arca de la alianza del Señor en medio de aclamaciones al son de las bocinas, las trompetas, los címbalos, las liras y las cítaras.
ante ti se estremece mi cuerpo de terror, tengo miedo de tus decisiones.
que subió por todo Egipto posándose en todo su territorio en cantidad inmensa, como no la hubo antes ni la habrá después.
¡Gritad, que el día del Señor se acerca; viene como una devastación del omnipotente!
Ved; ya viene el día del Señor, implacable, con furia y cólera encendida, a convertir la tierra en un desierto, a exterminar a los pecadores.
Pues el Señor todopoderoso tendrá su día contra toda soberbia y todo orgullo, contra todo lo que se alza, para abatirlo;
Todo esto lo ha hecho mi mano, y mío es todo ello -dice el Señor-. Pero aquel en quien fijo yo mis ojos es el humilde, el de contrito corazón, que tiembla a mi palabra.
Escuchad la palabra del Señor los que tembláis a su palabra: Han dicho vuestros hermanos que os odian, que os aborrecen a causa de mi nombre. ¡Que el Señor manifieste su gloria para que podamos ver vuestra alegría! Pero ellos serán avergonzados.
Y cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas y te pregunten: ¿Por qué ha decretado el Señor contra nosotros esta gran calamidad? ¿Cuál es nuestro crimen y qué falta hemos cometido contra el Señor nuestro Dios?
Nadie partirá el pan con quien está de duelo para consolarlo por un muerto; nadie le ofrecerá la copa del consuelo por la muerte del padre o de la madre.
Anunciadlo en Judá, publicadlo en Jerusalén, tocad la trompeta en el país, gritad con voz potente y decid: ¡Reuníos, entremos en las ciudades fortificadas!
¿No lograréis temerme -dice el Señor-, no temblaréis ante mí, que he puesto la arena como límite al mar, como barrera eterna que no ha de traspasar? Por más que se agita, es impotente; sus olas braman, mas no la rebasarán.
Diles: Esto dice el Señor Dios: Haré que calle este proverbio y no se oirá repetir más en Israel. Diles en cambio: Se acercan los días y el cumplimiento de toda visión.
Y cuando te pregunten: ¿Por qué gimes?, les dirás: Por una noticia, a cuya llegada se derretirá todo corazón, desmayarán todos los brazos, se consternará todo ánimo y todas las rodillas vacilarán. Ya llega, ya se cumple, dice el Señor Dios'.
Pues está cercano el día, está próximo el día del Señor, día cargado de nubarrones será el tiempo de las naciones.
y éste, viendo avanzar la espada sobre el país, toca la trompeta y da la alarma al pueblo,
Si, por el contrario, el centinela, al ver que la espada se acerca, no da la alarma con la trompeta y el pueblo no es prevenido, y la espada, irrumpiendo, hiere a alguno, éste perecerá por su culpa, pero de su sangre pediré yo cuentas al centinela.
He aquí el día, ya llega. Tu suerte está echada. Florece la injusticia, ha germinado el orgullo
Ha llegado la hora, se acerca el día; no se alegre el comprador, el vendedor no se entristezca, porque la ira se cierne sobre todo el pueblo.
El rey Darío escribió entonces a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: 'Vuestra paz sea muy grande.
Señor, movido por tu misma justicia, retira tu cólera y tu furor de Jerusalén, que es tu ciudad, tu santo monte; pues a causa de nuestros pecados y de las injusticias de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo se han hecho el escarnio de todas las gentes circundantes.
Todavía estaba yo hablando, rezando y confesando mis pecados y los pecados de mi pueblo Israel y derramando mi súplica ante el Señor, mi Dios, por el santo monte de mi Dios;
Tocad el cuerno en Guibeá, la trompeta en Ramá; dad la alarma en Bet- Avén; y tú, alerta, Benjamín.
¡Emboca la trompeta! Hay un águila sobre la casa del Señor, porque han violado mi alianza, han quebrantado mi ley.
¡Ay, qué día; cercano está el día del Señor; que viene como devastación del todopoderoso!
El Señor da la voz al frente de sus tropas. Sí, innumerable es su ejército, poderoso el ejecutor de su palabra; sí, grande es el día del Señor, muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?
¡Tocad la trompeta en Sión, proclamad un ayuno sagrado, convocad una asamblea,
¿Sonará la trompeta en la ciudad sin que el pueblo se alarme? ¿Sucederá en la ciudad una desgracia sin que el Señor la haya causado?
¡Ay de los que ansían el día del Señor! ¿De qué os servirá el día del Señor? Será tinieblas y no luz.
Y me dijo: '¿Qué ves, Amós?'. Yo contesté: 'Una canasta de frutas maduras'. El Señor me dijo: 'Viene el fin sobre mi pueblo Israel; no le perdonaré más tiempo'.
Porque está cerca el día del Señor para todas las naciones. Como tú has hecho, así te harán a ti; tus acciones recaerán sobre tu cabeza.
Cerca está el gran día del Señor, está cerca y llega velozmente. ¡Ya se oye el ruido del día del Señor, y hasta el valiente dará gritos de espanto!
día de trompetas y de alarmas contra las ciudades fortificadas y los altos torreones.
Silencio ante el Señor Dios, porque su día está cercano; porque el Señor ha preparado un sacrificio, ha consagrado a sus invitados.
Aquel día no tendrás que avergonzarte de los crímenes con los que te rebelaste contra mí; porque entonces yo quitaré de en medio de ti a tus orgullosos fanfarrones y dejarás de presumir de mi santo monte.
Ya viene el día del Señor, en que se repartirán el botín en medio de ti.
Esto dice el Señor omnipotente: 'Vuelvo a Sión y habitaré en Jerusalén. Jerusalén será llamada de nuevo ciudad fiel, y la montaña del Señor omnipotente, montaña santa'.
'Hazte dos trompetas de plata trabajada a cincel, que te sirvan para convocar a la comunidad y dar la orden de partida a los campamentos.
Al toque de las dos trompetas, toda la comunidad se reunirá contigo a la puerta de la tienda de la reunión.
Si la corneta da un sonido indefinido, ¿quién se pondrá en orden de batalla?
Por tanto, queridos hermanos, como siempre habéis obedecido, no sólo durante mi presencia, sino también y mucho más mientras estuve ausente, trabajad por vuestra salvación con profundo acatamiento
Vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá como el ladrón en la noche.
Aguardad también vosotros pacientemente; fortaleced vuestros ánimos, porque la venida del Señor está próxima.
Se acerca el fin de todas las cosas. Sed sobrios y dedicaos a la oración.