Pues diez yugadas de viña sólo producirán cuarenta y cinco litros, y cuatrocientos cincuenta de semilla sólo cuarenta y cinco.
Jeremías 8:13 - Biblia Martin Nieto Voy a arrancarlos de raíz -dice el Señor-, pues no hay racimos en la vid, no hay higos en la higuera, y hasta el follaje está marchito. Les mandaré un pueblo que los aventará. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los cortaré del todo, dice Jehová. No quedarán uvas en la vid, ni higos en la higuera, y se caerá la hoja; y lo que les he dado pasará de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Con toda seguridad los consumiré. No habrá más cosechas de higos ni de uvas; todos sus árboles frutales morirán. Todo lo que les di, pronto se acabará. ¡Yo, el Señor, he hablado!’”. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo me llevaré a todos, dice Yavé: no quedarán racimos en la parra, ni higos en la higuera, y aun las hojas estarán secas. La Biblia Textual 3a Edicion ¡De cierto acabaré con ellos!, dice YHVH. No habrá racimos en la vid, ni higos en la higuera; Hasta las hojas se habrán marchitado, Y lo que les di pasará de ellos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si voy a cosechar entre ellos -oráculo de Yahveh-, no hay racimos en la viña, ni hay higos en la higuera; incluso el follaje está mustio. Los entregaré a los devastadores. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De cierto los consumiré, dice Jehová. No habrá uvas en la vid, ni higos en la higuera, y la hoja caerá; y lo que les he dado pasará de ellos. |
Pues diez yugadas de viña sólo producirán cuarenta y cinco litros, y cuatrocientos cincuenta de semilla sólo cuarenta y cinco.
Aunque ayunen, no escucharé su súplica; aunque ofrezcan holocaustos y ofrendas, no los aceptaré; antes bien, aniquilaré a este pueblo con la espada, el hambre y la peste'.
Por eso, esto dice el Señor: 'Esos profetas que hablan en mi nombre sin que yo les haya mandado, y que opinan que no habrá en este país espada ni hambre, esos profetas morirán a espada y de hambre;
Es como un árbol plantado junto al agua, que alarga hacia la corriente sus raíces; nada teme cuando llega el calor; su follaje se mantiene verde; en año de sequía no se preocupa, ni deja de producir sus frutos.
Ella devorará tu cosecha y tu pan, devorará a tus hijos y a tus hijas, devorará tus carneros y tus vacas, devorará tus viñas y tus higos, arrasará tus ciudades fuertes en las que tanta confianza pones.
Por eso, esto dice el Señor: He aquí que mi cólera, mi furor, se va a desencadenar sobre este lugar, sobre los hombres y los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra. Y quemará sin apagarse.
Por eso he desencadenado mi furor sobre ellos, los he exterminado con el fuego de mi cólera y he hecho caer su proceder sobre su cabeza', dice el Señor Dios.
Descubriré su vergüenza a los ojos de sus amantes, y nadie la salvará de mi mano.
Ha devastado mi viñedo, ha destrozado mis higueras; lo ha pelado todo, lo ha tirado por tierra y sus ramas han quedado blancas.
Se empleará en vano vuestra fuerza, pues la tierra no producirá nada y los árboles del campo no darán sus frutos.
Pues la higuera no volverá a echar brotes, ni habrá más frutos en las viñas; los campos no darán nada que comer, faltará la oveja en el aprisco y en los establos no habrá vacas.
Y he mandado la sequía sobre la tierra, sobre los montes, sobre el trigo y sobre el vino, sobre el aceite y sobre cuanto produce la tierra, sobre los hombres y sobre los ganados, y sobre todo el trabajo de vuestras manos'.
Yo herí con tizón, añublo y granizo todas vuestras labores, y sin embargo no volvisteis a mí, palabra del Señor.
Alejaré de vosotros la voraz langosta para que no os destruya los frutos del suelo y no sea estéril la viña en el campo -dice el Señor todopoderoso-.
Vio una higuera junto al camino, se acercó a ella y no encontró más que hojas. Entonces dijo: 'Jamás brote de ti fruto alguno'. Y la higuera se secó en aquel mismo instante.
El sol ardiente se levanta y seca el heno, se marchita la flor y desaparece su belleza; así se marchitará el rico en sus empresas;