Ahora, pues, oh reyes, sed sensatos; dejaos corregir, oh jueces de la tierra.
Jeremías 6:8 - Biblia Martin Nieto Déjate amonestar, Jerusalén, si no quieres que mi alma se retire de ti y te conviertas en un desierto, en un país despoblado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Corrígete, Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te convierta en desierto, en tierra inhabitada. Biblia Nueva Traducción Viviente Oye esta advertencia, Jerusalén, o me alejaré de ti indignado. Escucha, o te convertiré en un montón de escombros, una tierra donde no vive nadie». Biblia Católica (Latinoamericana) Hazme caso, Jerusalén, si no quieres que me aleje de ti y te conviertas en un desierto, en una tierra deshabitada. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Corrígete, oh Jerusalem, No sea que mi alma se aparte de ti, No sea que te haga una asolación en tierra no habitada! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escarmienta, Jerusalén: si no, mi alma se apartará de ti, si no, te dejaré hecha un desierto, una tierra no habitada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Corrígete, oh Jerusalén, para que mi alma no se aparte de ti; no sea que te convierta en desolación, en tierra deshabitada. |
Ahora, pues, oh reyes, sed sensatos; dejaos corregir, oh jueces de la tierra.
Dichoso el hombre al que tú corriges, Señor, al que instruyes en tu ley,
Escucha el consejo y acepta la corrección para ser sabio en el futuro.
Ellos no escucharon ni hicieron caso, sino que endurecieron su cabeza para no escuchar ni aceptar la enseñanza.
Contra él han rugido leones, han lanzado su aullido. Ha sido devastada su tierra, sus ciudades incendiadas, despobladas.
Sí, después de mi desvío me has arrepentido, he comprendido y me he golpeado el pecho. Estoy humillado, lleno de vergüenza; mi juventud ha sido un escándalo, y ahora soporto las consecuencias'.
La espalda me han dado, y no la cara; y mientras yo trataba de instruirlos y educarlos con constancia y sin cesar, no han querido escuchar ni aceptar la lección.
Purifica tu corazón del mal, oh Jerusalén, para que puedas salvarte. ¿Hasta cuándo guardarás en ti tus perversos pensamientos?
Por eso, esto dice el Señor: He aquí que mi cólera, mi furor, se va a desencadenar sobre este lugar, sobre los hombres y los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra. Y quemará sin apagarse.
Diles: Ésta es la nación que no ha escuchado la voz del Señor, su Dios, y que no ha aprendido la lección. ¡La verdad ha muerto, ha desaparecido de su boca!
Y yo haré cesar en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén los gritos de júbilo y algazara, los cantos del esposo y de la esposa, porque el país se convertirá en una desolación.
¿Qué sabio hay que comprenda esto? ¿A quién se lo ha dicho la boca del Señor? Que lo publique, ¿por qué el país está perdido, abrasado como el desierto, por donde nadie pasa?
Entonces patentizó su desvergüenza y descubrió su desnudez; y yo me aparté de ella como me había apartado de su hermana.
De lo contrario, la dejaré desnuda, como el día en que nació; la dejaré como un desierto, la reduciré a tierra seca y la haré morir de sed.
Aunque criasen hijos, se los quitaré antes de que se hagan hombres. ¡Ay de aquellos de los que yo me aparto!
Entonces la tierra disfrutará de sus descansos sabáticos mientras dure su desolación y vosotros estéis en tierra de vuestros enemigos. Entonces podrá la tierra descansar y recuperar sus sábados.
Y me decía: 'Al menos tú me respetarás, aprenderás la lección y tu morada no será destruida'. Pero cada vez que le les he pedido cuentas se han apresurado a corromper aún más todas sus acciones.
Si fueran sabios lo comprenderían / y sabrían intuir lo que les espera.