Jeremías 17:11 - Biblia Martin Nieto Perdiz que empolla huevos que no ha puesto es quien amasa riquezas injustas: a la mitad de sus días las tendrá que dejar, y al final no será más que un necio'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente amontona riquezas; en la mitad de sus días las dejará, y en su postrimería será insensato. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que acaparan riquezas en forma injusta son como las perdices que empollan los huevos que no han puesto. En la mitad de la vida perderán sus riquezas; al final, se volverán unos pobres viejos tontos. Biblia Católica (Latinoamericana) El que amontona riquezas injustamente
es como la perdiz que se echa sobre huevos ajenos;
tendrá que dejarlas, en la mitad de su vida,
y al final no será más que un insensato. La Biblia Textual 3a Edicion El que amontona riquezas injustas es como la perdiz que incuba lo que no puso: En la mitad de sus días las abandonará, Y ante su postrimería será un necio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Perdiz que empolla lo que no ha puesto es quien adquiere riquezas sin justicia; a la mitad de sus días tendrá que dejarlas, y a la postre será como un necio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como la perdiz que cubre los huevos, pero no los incuba, es el que acumula riquezas, y no con justicia; en la mitad de sus días las dejará, y en su postrimería será insensato. |
El hombre en su riqueza no comprende que es igual a las bestias que perecen.
Encomienda a Dios tus cuidados y él te sostendrá, no permitirá que el hombre justo caiga.
Riqueza adquirida de prisa se desvanece, pero el que la reúne poco a poco la aumenta.
Adquirir tesoros gracias a una lengua mentirosa es vanidad efímera de quien busca la muerte.
Si fijas en ella tus ojos, ya no está allí, porque ha echado alas, como el águila ha volado hacia el cielo.
Un príncipe falto de sentido multiplica las extorsiones, el que aborrece la avaricia prolongará sus días.
El hombre fiel tendrá abundantes bendiciones, el que se apresura a enriquecerse no estará sin culpa.
El hombre avaro corre detrás de las riquezas y no se da cuenta de que la miseria va a caer sobre él.
El que con usura e intereses aumenta sus bienes los acumula para el que tiene piedad de los pobres.
¡Ay de aquel que edifica su casa con injusticias y sus pisos contra todo derecho; del que hace trabajar a su prójimo de balde, sin pagarle su salario;
Pero tus ojos y tu corazón buscan tan sólo tu propio interés, sangre inocente que derramar, explotación y violencia que ejercer.
Pues desde el más chico hasta el mayor, todos están llenos de rapiña; desde el profeta al sacerdote, todos practican la estafa.
Por eso daré a otros sus mujeres, sus campos a nuevos propietarios, porque desde el más chico al más grande todos están llenos de rapiña; desde el profeta al sacerdote, todos practican el engaño.
No saben obrar con rectitud, dice el Señor; acumulan la violencia y la opresión en sus palacios.
A las mujeres de mi pueblo las echáis de las casas que amaban, y quitáis para siempre a sus hijos el honor que yo les he dado.
Sólo emplean las manos para hacer el mal: los funcionarios exigen recompensas, los jueces se dejan sobornar por regalos, los poderosos manifiestan sus ambiciones.
contra los que saltan sobre los umbrales y llenan la casa de su Señor de violencia y de fraude.
Yo lanzo la maldición, palabra del Señor todopoderoso, para que vaya a casa del ladrón y a casa del que jura en falso, permanezca en medio de su casa y consuma sus maderas y sus piedras'.
Yo vendré a juzgaros; seré testigo acusador contra los hechiceros, contra los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan al jornalero, a la viuda y al huérfano y violan el derecho del extranjero sin ningún temor de mí -dice el Señor todopoderoso-.
'¡A y de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que cerráis el reino de Dios a los hombres! ¡No entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren!
Pero Dios le dijo: ¡Insensato, esta misma noche morirás!; ¿para quién será lo que has acaparado?
Pues los que quieren enriquecerse caen en la tentación y en la trampa de deseos insensatos y funestos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.
a los que es preciso tapar la boca. Revuelven familias enteras enseñando lo que no deben, llevados por el ansia de ganancias sucias.
tienen sus ojos llenos de adulterio y no se hartan de pecar; seducen a los inestables; tienen el corazón habituado a la avaricia, son gente maldita.
Llevados de la avaricia, os explotarán con palabras llenas de falsedad; hace mucho tiempo que la condenación los amenaza y su ruina no duerme.