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Hebreos 8:11 - Biblia Martin Nieto

Ya nadie tendrá que enseñar a su conciudadano, ni a su hermano, diciendo: Conoce al Señor, porque todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el mayor.

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Biblia Reina Valera 1960

Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el mayor de ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y no habrá necesidad de enseñar a sus vecinos ni habrá necesidad de enseñar a sus parientes, diciendo: “Deberías conocer al Señor”. Pues todos ya me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Nadie tendrá ya que enseñar a su compatriota o a su hermano diciéndoles: 'Conoce al Señor', porque todos me conocerán, desde el más chico al más grande.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y ninguno enseñará a su conciudadano,° Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor, Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el mayor de ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No tendrá ya que enseñarse uno a otro, ni una persona a otra, diciéndole: 'Conoce al Señor'; porque todos ellos me conocerán, desde el más pequeño al más grande,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor: Porque todos me conocerán, desde el menor de ellos hasta el mayor.

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Hebreos 8:11
18 Tagairtí Cros  

Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, sírvele con todo tu corazón, con ánimo bien dispuesto, porque el Señor escudriña los corazones de todos y penetra sus más secretos pensamientos. Si tú lo buscas, él se dejará encontrar; pero si tú lo abandonas, él se retirará para siempre.


Ezequías tuvo palabras de elogio para todos los levitas que se habían distinguido en el servicio del Señor. Celebraron la fiesta durante siete días, inmolando las víctimas de los sacrificios de reconciliación y cantando las alabanzas del Señor, Dios de sus padres.


Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría de tu Dios que posees, establecerás jueces y magistrados que administren justicia a todo el pueblo de Transeufratina, es decir, a todos los que conocen la ley de tu Dios. A quienes la ignoran, habréis de enseñársela.


vendrán muchos pueblos y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y caminemos por sus sendas. Pues de Sión saldrá la ley y de Jerusalén la palabra del Señor.


Tus hijos serán todos discípulos del Señor, grande será la dicha de tus hijos.


Volveré a ellos mis ojos y los haré regresar a esta tierra; los restableceré y no los volveré a destruir; los plantaré para no arrancarlos ya.


No tendrán ya que instruirse mutuamente, diciéndose unos a otros: '¡Conoced al Señor!', pues todos me conocerán, desde el más pequeño al mayor -dice el Señor-, porque perdonaré su crimen y no me acordaré más de sus pecados.


Entonces todos los oficiales, con Juan, hijo de Carej, y Azarías, hijo de Hosayas, y todo el resto del pueblo, grandes y pequeños,


Entonces él llamó a Juan, hijo de Carej, a todos los oficiales que lo acompañaban y al pueblo entero, desde el más chico al mayor,


Tomaré a los supervivientes de Judá, los que se obstinaron en venir a vivir a Egipto, y perecerán todos en la tierra de Egipto. Caerán a espada, morirán de hambre, desde el más pequeño al mayor; a espada y de hambre morirán, y serán objeto de execración, de horror, de maldición, de oprobio.


Pues desde el más chico hasta el mayor, todos están llenos de rapiña; desde el profeta al sacerdote, todos practican la estafa.


Y sabrán que yo, el Señor, su Dios, estoy con ellos, y que ellos, la casa de Israel, son mi pueblo, dice el Señor Dios:


Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor como las aguas llenan el mar.


Está escrito en los profetas: Todos serán enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y acepta su enseñanza viene a mí.


Todos, desde el más chico al más grande, le seguían y decían: 'Éste es el poder mismo de Dios, el que llaman el Grande'.


Pero vosotros haced que la unción que habéis recibido de él permanezca en vosotros; no tenéis necesidad de que nadie os enseñe, ya que la unción, que dice la verdad y nunca la mentira, os enseña todas las cosas; permaneced unidos a Cristo, según ella os ha enseñado.


Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para conocer al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida eterna.