Después de esto, Dios quiso probar a Abrahán, y le llamó: '¡Abrahán! ¡Abrahán!'. Éste respondió: 'Aquí estoy'. Y Dios le dijo:
Génesis 37:13 - Biblia Martin Nieto Israel dijo a José: 'Tus hermanos están pastoreando las ovejas en Siquén; ven, que quiero que vayas donde ellos'. Él respondió: 'Aquí me tienes'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Israel a José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Siquem: ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando ya llevaban un buen tiempo allí, Jacob le dijo a José: —Tus hermanos están en Siquem apacentando las ovejas. Prepárate, porque te enviaré a verlos. —Estoy listo para ir —respondió José. Biblia Católica (Latinoamericana) e Israel dijo a José: 'Tus hermanos están cuidando las ovejas en los pastos de Siquem; ven, que quiero mandarte donde ellos. Contestó José: 'Aquí estoy. La Biblia Textual 3a Edicion dijo Israel a José: ¿No están tus hermanos pastoreando en Siquem? Ven, te enviaré a ellos. Y él dijo: Heme aquí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Israel a José: 'Tus hermanos deben estar con los rebaños en Siquén. Ven, que te voy a enviar adonde ellos están'. Él contestó: 'Aquí estoy'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Israel a José: ¿No están tus hermanos apacentando el rebaño en Siquem? Ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí. |
Después de esto, Dios quiso probar a Abrahán, y le llamó: '¡Abrahán! ¡Abrahán!'. Éste respondió: 'Aquí estoy'. Y Dios le dijo:
Entonces el ángel del Señor le llamó desde el cielo y le dijo: '¡Abrahán! ¡Abrahán!'. Éste respondió: 'Aquí estoy'.
Isaac era ya viejo y se había quedado ciego. Llamó a su hijo mayor, Esaú, y le dijo: '¡Hijo mío!'. 'Aquí estoy', respondió él.
Jacob se acercó a su padre y le dijo: '¡Padre!'. 'Aquí estoy, respondió él. ¿Quién eres, hijo mío?'.
Jacob, de vuelta de la llanura de Padán Arán, llegó sano y salvo a la ciudad de Siquén, en tierra de Canaán, y acampó delante de ella.
'Os envío como ovejas en medio de lobos. Sed prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas.
El dueño de la viña se dijo entonces: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo querido; a él lo respetarán.
Pero Elí le llamó, y le dijo: '¡Samuel, hijo mío!'. Él respondió: 'Aquí estoy'.
Por tercera vez lo llamó el Señor: '¡Samuel!'. Se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: 'Aquí estoy, pues me has llamado'. Comprendió entonces Elí que era el Señor el que lo llamaba,