Efectivamente, cuando Abrán llegó a Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa.
Génesis 12:11 - Biblia Martin Nieto Al llegar a Egipto dijo a Saray, su mujer: 'Mira, tú eres una mujer muy hermosa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto; Biblia Nueva Traducción Viviente Al acercarse a la frontera de Egipto, Abram le dijo a su esposa Sarai: «Mira, tú eres una mujer hermosa. Biblia Católica (Latinoamericana) Estando ya para entrar en Egipto, dijo a Saray, su esposa: 'Estoy pensando que eres una mujer hermosa. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando se acercaba para entrar a Egipto, le dijo a su esposa Saray: Mira, eres mujer de hermosa apariencia, Biblia Serafín de Ausejo 1975 A punto de entrar en Egipto, dijo a Saray, su mujer: 'Mira, sé que eres una mujer muy hermosa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su esposa: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso parecer; |
Efectivamente, cuando Abrán llegó a Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa.
Cuando Dios me hizo salir lejos de la casa de mi padre, yo le dije a ella: Tienes que hacerme este favor: dondequiera que vayamos, di que yo soy tu hermano'.
Abrahán decía que Sara, su mujer, era su hermana. Y Abimelec, rey de Guerar, mandó que le trajeran a Sara.
La joven era muy bella y virgen; ningún varón la había tocado. Bajó a la fuente, llenó el cántaro e iba ya a subir,
Las gentes del lugar le preguntaban si Rebeca era su mujer, y él respondía que era su hermana, pues tenía miedo de decir que era su mujer; porque como Rebeca era muy bella, pensaba que aquellos hombres podían matarle.
Lía tenía los ojos tiernos, mientras que Raquel era guapa y de lindo semblante.
los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron por esposas las que más les gustaron.
Una tarde, después de la siesta, David, paseando por la terraza del palacio, vio a una mujer que estaba bañándose. La mujer era muy bella.
La joven era muy hermosa. Cuidaba del rey y le servía. Pero el rey no tuvo relaciones con ella.
El temer delante de los hombres es un lazo, el que confía en el Señor está seguro.
Este hombre se llamaba Nabal, y su mujer, Abigaíl. La mujer era muy sensata y muy hermosa; el hombre, por el contrario, era duro y malo; era calebita.